Mientras nos preparamos para otro verano caluroso, HM Hospitales, el grupo sanitario privado líder en España, comparte sus mejores consejos de verano para viajar seguro con niños.
El verano se asocia con la diversión, especialmente para los niños. Sin embargo, muchas cosas pueden salir mal, incluso desastrosamente, si no se siguen tres principios básicos.
Estos se agrupan bajo los tres títulos de “Supervisión, Prevención y Protección” – y son claves para evitar los llamados ´verano males´, de los cuales el ahogamiento es “el más temido”.
Aunque no es común, lamentablemente “en España cada verano hay casos trágicos, en la piscina, en la playa o incluso en el chapoteadero”, afirma la doctora Isabel Romero, coordinadora de pediatría de HM Hospitales.
Peligros en la playa
El mar ha añadido peligros como las potencialmente peligrosas lesiones por «explosión» causadas por los tentáculos de las medusas. “Intenta lavar la zona con agua salada. Nunca use agua dulce ni frote el área. Si queda alguna medusa, intenta retirarla con unas pinzas o plástico duro. La forma más eficaz de calmar el dolor es aplicar frío durante 15 minutos. No es eficaz empapar la lesión con amoníaco u orina. Nunca toques con los dedos una medusa muerta o sus restos”, advierte el doctor Romero.
Es importante seguir las recomendaciones de los socorristas de la playa o de la piscina. “La bandera amarilla significa tener mucho cuidado, no sólo por el oleaje, sino también por la presencia de medusas. Las cremas solares se deben aplicar correctamente (aproximadamente media hora antes de la exposición y repetir la aplicación a lo largo de las horas de exposición) ya que no sólo evitan quemaduras, sino que también actúan como protección contra las medusas”.
Atención a los síntomas
Se debe seguir la supervisión, la prevención y la protección en la medida de lo posible para minimizar los otros «males del verano», entre los cuales las insolaciones, las picaduras de insectos y las intoxicaciones alimentarias son las razones más comunes para visitar al médico o a urgencias.
El Dr. Romero advierte que algunos son inicialmente difíciles de detectar. “El niño mayor se quejará de fuerte dolor de cabeza, malestar, incluso vómitos y fiebre, pero los más pequeños estarán de muy mal humor. Cuando el calor es muy fuerte, aunque se esté utilizando crema solar y la piel del niño ya esté bronceada, es importante evitar una exposición prolongada al sol, utilizar gorros y ropa ligera, así como beber una cantidad suficiente de agua”, dijo.
Picaduras de insectos
En el campo el peligro más común son las picaduras de insectos.
La medida preventiva más eficaz es el uso de repelentes o medidas de barrera como mosquiteros, así como el uso de ropa de manga larga y colores claros.
Si se produce la picadura, será útil poder identificar el tipo lo antes posible:
“La avispa hace una mancha, la abeja deja su aguijón, la araña deja una herida con dos puntos de entrada y la garrapata deja una mancha negra”.
La acción más eficaz es lavar la zona con agua y jabón, y en caso de que se trate de una picadura de abeja, se debe retirar la picadura con unas pinzas lo antes posible para evitar que el veneno penetre más, antes de aplicar soluciones calmantes, barritas de amoníaco o frío en la zona, evitando el contacto directo con la piel”
En ocasiones, no se trata sólo de una lesión local, sino que puede haber lesiones similares que se extienden por el resto del cuerpo.
En este caso, conviene consultar con el pediatra, quien decidirá si es necesario el uso de otros tratamientos como antihistamínicos o cremas específicas. “En ocasiones las picaduras provocan reacciones alérgicas más graves, y siempre que hay una reacción cutánea exagerada , hinchazón de párpados o labios, picor intenso en las manos o dificultad para respirar, los padres deben acudir inmediatamente a urgencias o contactar con el 112”, indica la doctora Isabel Romero.