Òmnium Cultural emplaza a partidos y sociedad civil a «conjurarse» para continuar protestando en contra de la «anomalía democrática» y la «persecución judicial y policial» que sufren los acusados por terrorismo en la causa de Tsunami Democràtic que está en manos de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. La entidad independentista ha hecho esta petición después de que el Parlament, en situación de provisionalidad desde la convocatoria de las elecciones catalanas, haya leído una declaración de apoyo a los investigados que ha contado con el apoyo de ERC, Junts, la CUP y los Comuns.
Al menos siete de los 12 encausados han decidido irse a Suiza a la espera de la aplicación de la amnistía, entre ellos Oleguer Serra, miembro de la junta de Òmnium, y que ahora se hará cargo de la estrategia de denuncia de la situación ante las organizaciones europeas y la opinión pública internacional. «No es una causa solo contra 12 personas, sino contra las organizaciones que representan, contra el independentismo en general y el ejercicio de los derechos fundamentales», ha defendido el presidente de la entidad, Xavier Antich, que ha añadido que, siguiendo esta premisa, investigar a Serra es «investigar a Òmnium por terrorismo».
El activista ha agradecido el apoyo institucional que han expresado los grupos soberanistas con una campaña electoral a la vuelta de la esquina y ha subrayado que es necesario que no mengüe la protesta para «defender los derechos fundamentales» y también la propia democracia.
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Petición al Estado y al Congreso
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La declaración leída en el Parlament pide la retirada de las imputaciones por terrorismo, condena la «persecución política» a los movimientos populares y defiende el derecho a protesta como «mecanismo esencial» para alcanzar la autodeterminación. El texto también denuncia la «represión» y la «criminalización» del independentismo que ha llevado a más dirigentes y activistas a irse fuera del país y reclama al Estado y al Congreso que la frenen y que se impulsen las modificaciones legales para que «nunca más» se pueda equiparar la «disidencia política» al terrorismo.
