El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, presidió el jueves una ceremonia para destruir más de 1.400 pistolas, rifles y otras armas incautadas a lo largo de años al grupo separatista vasco ETA, que declaró el fin de su campaña armada en 2018.
Una apisonadora arrasó con tres hileras de armas dispuestas en el patio de la Guardia Civil Colegio de Guardias Jóvenes ‘Duque de Ahumada’. cuarteles en el sur de Madrid ante la presencia de representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo y de las fuerzas del orden.
“Acabamos de presenciar un acto de gran simbolismo en esa larga lucha contra el terrorismo que tan dolorosa fue para nuestro país”, afirmó el presidente del Gobierno español.
«No podremos recuperar las vidas que se perdieron, ni podremos borrar el pasado oscuro como ahora hemos destruido estas armas, pero sí podemos luchar contra el olvido y reparar el dolor y el honor» de las víctimas, afirmó. agregado.
El noventa por ciento de las cerca de 1.400 armas destruidas fueron incautadas a ETA entre 1977 y 2005 y el 10 por ciento restante pertenecía al Grapo, un grupo armado de extrema izquierda que ya no está activo.
Las armas ahora serán fundidas y transformadas en un monumento que simboliza el fin de ETA, que fue responsable del asesinato de más de 850 personas durante su campaña de cuatro décadas por un Estado vasco independiente en el norte de España y el sur de Francia.
Sánchez dijo que la destrucción de las armas era “una nueva celebración de la derrota de ETA frente a la democracia española, la derrota de las balas en las papeletas electorales”.
El director del Centro Memorial a las Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, Florencio Domínguez Iribarren, afirmó: “detrás de estas pistolas, fusiles y ametralladoras hay muchas tragedias, muchas víctimas, que debemos recordar siempre”.