Sin embargo, la mayoría procede de Mallorca y Cataluña y la gente llevaba Camisetas durante la celebración del ‘Caragol des Born’, con los lemas ‘Catalanes go home’ o ‘Mallorquins go home’. Y el movimiento ‘Salvem Sant Joan’ colgó una enorme pancarta que decía “Sant Joan no es un negocio, es un sentimiento. Basta ya de hacinamiento”.
Uno de los pueblos más populares de Menorca ya ha tomado medidas para combatir el hacinamiento. Binibeca Vell, una de las localidades más concurridas del sur de Menorca, ha restringido el acceso del público durante gran parte del día a partir del miércoles 1 de mayo para evitar aglomeraciones. Los propietarios de las 195 casas de ‘Mykonos’ de Menorca han decidido mantener abierto el acceso al pueblo sólo entre las 11:00 y las 20:00 horas, para proteger el pueblo de los efectos de la masificación que, según dicen, está provocada por los más de 800.000 turistas que lo visitan cada año, según la asociación de propietarios.
El presidente de este grupo de propietarios, Óscar Monge, quiere proponer en la junta general del próximo 10 de agosto el cierre definitivo de las visitas al complejo. Los 1.000 vecinos de este antiguo pueblo pesquero de Menorca han iniciado esta medida para obligar a la administración y a las empresas turísticas a compensar más por las molestias que han sufrido. El Consell de Menorca y el Ayuntamiento de Sant Lluís aportan algo más de 25.000 euros al año para ayudar a los propietarios de estas casas a pintar, limpiar y mantener la imagen de postal, con paredes blancas, similar al paisaje típico de la isla griega de Mykonos.
“Somos una urbanización privada desde hace 52 años, pero cada vez nos resulta más difícil disfrutar de unas vacaciones tranquilas, ya que pagamos muy caro ser el atractivo turístico más popular de Menorca”, afirmó el presidente de la comunidad. “Binibeca lo impulsa la administración y las empresas turísticas, pero qué beneficio sacamos de ello”, se preguntó. Monge también destacó que las casas valen cada vez menos por las molestias que sufre la zona por la masificación de visitantes, situación que comparó con la isla griega de Mykonos.