En gran parte de España, septiembre es un mes de mucha actividad festiva, incluidas las tradicionales corridas de toros. Inevitablemente, hay participantes que sufren lesiones, algunas de ellas graves.
Este es el momento agonizante en el que un asistente a un festival es empalado en los cuernos de un toro furioso frente a una multitud horrorizada en el norte de España después de intentar jugar al escondite con él.
La fiesta, que se celebra en Tordesillas, provincia de Valladolid, suelta un solo toro para que corra por la localidad antes de ser conducido a una pradera donde es rodeado por aspirantes a matadores.
Pero un brutal video del evento de este año, el 17 de septiembre, muestra cómo un hombre fue gravemente corneado cuando aparentemente intentó burlarse del animal de una tonelada y media.
Mientras otros asistentes al festival saltan a lo alto de las columnas de hormigón para cubrirse, se le ve escabullirse alrededor de un pilar, aparentemente intentando jugar con el toro.
Pero cuando intenta esquivar al toro que lo embiste, se resbala y en cuestión de momentos el terriblemente poderoso toro de lidia está encima de él.
Las impactantes imágenes muestran cómo los cuernos del toro atraviesan el torso del hombre y lo lanzan repetidamente al aire como si fuera un muñeco de trapo.
Otros asistentes al festival rodean al toro agitando desesperadamente chaquetas y coloridas capas de matador improvisadas para distraer al animal.
Finalmente, el toro abandona a su víctima y es arrastrado para recibir atención médica urgente, con heridas punzantes en el abdomen, informan medios locales.
No ha habido actualizaciones sobre el estado médico de la víctima, un camarero de un restaurante local.
Otro asistente al festival resultó gravemente herido y 12 más sufrieron heridas leves, según informan los medios locales.
La fiesta, conocida como Toro de la Peña, o Toro de la Virgen, se ha celebrado en la ciudad durante siglos y es tradicionalmente una forma para que los jóvenes pongan a prueba su coraje.
Solía terminar con el toro siendo lanceado hasta la muerte por picadores, pero se cambió en 2016 para dejar que el toro viviera después de las protestas de grupos de derechos de los animales.