Uganda Theme Recycling.jpg

El cambio climático es uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta la humanidad en la actualidad. Los científicos advierten que debemos limitar la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera para evitar los peores impactos del calentamiento global.

Pero, ¿cómo podemos hacer eso cuando dependemos de los combustibles fósiles para obtener energía y de la agricultura para obtener alimentos?

Una posible solución es el biocarbón, un carbón vegetal elaborado a partir del calentamiento de materiales orgánicos desechados, como residuos de cultivos.

El biocarbón puede mejorar la fertilidad del suelo y el crecimiento de las plantas, al mismo tiempo que secuestra carbono en el suelo durante siglos.

Esto significa que el biocarbón puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura y mejorar la seguridad alimentaria al mismo tiempo.

Un nuevo estudio, publicado en la revista GCB Bioenergy, ha mapeado el potencial global de la producción de biocarbón a partir de residuos de cultivos.

El estudio utilizó un conjunto de datos de alta resolución de residuos de cultivos, que son las partes de las plantas que quedan después de la cosecha, como tallos, hojas y cáscaras.

Los investigadores identificaron áreas donde los residuos de cultivos pueden recolectarse de manera sostenible y convertirse en biocarbón, sin afectar otros usos como la alimentación del ganado o la conservación del suelo.

El biocarbón puede compensar una fracción significativa de las emisiones globales

(Foto: MICHELE SIBILONI/AFP vía Getty Images)


El estudio encontró que, en teoría, si todos los residuos de cultivos del mundo se convirtieran en biocarbón, se secuestraría alrededor de mil millones de toneladas métricas de carbono por año.

Esto equivale a aproximadamente el 80% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura, o el 12% del total de las emisiones globales.

Sin embargo, el estudio también consideró las limitaciones prácticas de la producción de biocarbón, como la disponibilidad de tecnología, el costo del transporte y las demandas competitivas de residuos de cultivos.

Teniendo en cuenta estos factores, el estudio estimó que el potencial de producción global de biocarbón es aproximadamente la mitad del máximo teórico, o 510 millones de toneladas métricas de carbono por año.

De esta cantidad, alrededor de 360 ​​millones de toneladas métricas permanecerían secuestradas en el suelo después de 100 años.

El estudio también clasificó a los países según su potencial de secuestro de biocarbón como porcentaje de sus emisiones totales actuales de gases de efecto invernadero.

Los resultados mostraron que 12 países tienen la capacidad técnica de compensar más del 20% de sus emisiones produciendo biocarbón a partir de residuos de cultivos.

Bután encabezó la lista con un potencial del 68%, seguido de la India con el 53% y Nepal con el 40%.

Lea también: El biocarbón creado a partir de residuos agrícolas absorbe contaminantes de aguas residuales

El biocarbón puede beneficiar a los agricultores y al medio ambiente

Según el coautor principal del estudio, Dominic Woolf, investigador asociado senior de la Universidad de Cornell, el biocarbón es una de las pocas herramientas que pueden reducir exceso de CO2 de la atmósfera a gran escala sin competir por la tierra.

Woolf también afirmó que el biocarbón puede proporcionar múltiples beneficios a los agricultores y al medio ambiente.

Explicó que el biocarbón puede mejorar la salud del suelo, la retención de agua, el ciclo de nutrientes y el rendimiento de los cultivos. Añadió que el biocarbón también puede reducir la erosión del suelo, la escorrentía de fertilizantes y las emisiones de gases de efecto invernadero de los suelos.

Dijo que el biocarbón también puede ayudar a restaurar tierras degradadas y aumentar la resiliencia de los sistemas agrícolas al cambio climático.

Woolf afirmó además que la producción de biocarbón también puede crear empleos e ingresos para las comunidades rurales, especialmente en los países en desarrollo donde se generan la mayoría de los residuos de cultivos.

También afirmó que el biocarbón se puede producir utilizando tecnologías simples y de bajo costo, como hornos, estufas o gasificadores, que pueden adaptarse fácilmente a las condiciones y preferencias locales.

Los mapas del estudio sobre la producción de residuos de cultivos y el secuestro de biocarbón pueden proporcionar información valiosa y respaldar la toma de decisiones relacionadas con la producción y la inversión de biocarbón.

Los mapas pueden ayudar a identificar los lugares, cultivos y tecnologías más adecuados para la producción de biocarbón, así como los posibles impactos y beneficios ambientales y sociales.

Los hallazgos del estudio resaltan la necesidad de más investigación y desarrollo sobre el biocarbón, así como más políticas e incentivos para promover su adopción y uso.

Según Woolf, el biocarbón puede desempeñar un papel clave en la mitigación del cambio climático y el logro de los objetivos del Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2°C por encima de los niveles preindustriales.

Concluyó que el biocarbón no es una solución milagrosa, pero sí una poderosa herramienta que puede complementar otras estrategias de mitigación y adaptación.

Dijo que el biocarbón puede ayudarnos a hacer la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono y resiliente al clima, al tiempo que mejora la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales.

Artículo relacionado: Esponja de biocarbón que puede eliminar la proliferación de algas nocivas de las vías fluviales creada por científicos

© 2023 NatureWorldNews.com Todos los derechos reservados. No reproducir sin permiso.