En 2024, en dos de los discursos más relevantes de todo el año, el de Navidad y el de los Premios Princesa de Asturias, Felipe VI decidió advertir del peligro que ve en la polarización política que está zarandeando las sociedades occidentales. La historia, dijo en octubre en el Teatro Campoamor, en Oviedo, nos “alerta de los graves riesgos de la polarización, de la negación del otro por sus convicciones o creencias, porque piensa, reza o vota distinto”. En diciembre, subrayó esa misma idea señalando directamente el “clima” político español. “Es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad”, apuntó. 

Por automata