Expobedurismo: mover el dial

En la Convención de Viajes de ABTA de esta semana en Mallorca, los líderes de la industria se reunieron para una sesión que invita a la reflexión titulada “Oppolteurism: Moving the Dial”, explorando cómo los destinos pueden equilibrar el crecimiento de los visitantes con sostenibilidad y bienestar local.

Abrir la discusión, alcalde de Calvia, Juan Antonio Amengual, describió cómo el municipio ha utilizado con éxito datos en tiempo real para administrar los flujos de visitantes y proteger la calidad de vida de los residentes. “Monitoreamos factores como la temperatura del mar, la ocupación de la playa y la capacidad ambiental entre junio y septiembre”, explicó. “Este verano, las principales playas de Calvia y Palmanova operaron con una capacidad de alrededor del 42%, prueba de que el monitoreo inteligente puede garantizar una mejor experiencia tanto para los visitantes como para los locales”.

La relación de larga data de Calvia con el turismo también se reflejó en una serie de testimonios cortos de fieles turistas, muchos de los cuales han regresado durante décadas. “Fue mi primera muestra de España”, dijo un visitante británico. “Ahora, cuando camino por la ciudad, la gente se detiene para saludar. Se siente como volver a casa”. Otros hablaron de la calidez y la familiaridad que los mantiene regresando año tras año.

“El turismo aquí es diferente”, dijo el alcalde. “Cuando la industria despegó en la década de 1960, los residentes locales y el turismo crecieron juntos. Esa sensación de propiedad compartida todavía nos define hoy”.

Un nuevo modelo para el turismo español

La conversación se amplió a una perspectiva nacional e internacional, dirigida por Manuel Butler, director de la Oficina de Turismo españolas en Londres. Butler elogió el éxito de Calvia como un “destino inteligente” y señaló una creciente red nacional de regiones que usan datos para administrar el turismo de manera sostenible.

“España se está moviendo de un modelo basado en el volumen a uno basado en el valor”, dijo. “Debemos trabajar juntos, sectores público y privado, y particularmente con la industria de viajes británica, lo que sigue siendo crucial. La colaboración es clave para lograr un turismo responsable”.

Butler señaló que las llamadas “temporadas de hombro” de España se están expandiendo, impulsadas por cambiar la demografía y una mayor flexibilidad entre los viajeros mayores. Las regiones del norte como Galicia y el país vasco han visto un crecimiento significativo, en parte debido a temperaturas de verano más frías y un creciente apetito por la gastronomía y la autenticidad.

Colaboración y redistribución

La líder de la industria, Zina Bencheikh, directora gerente EMEA en Intrepid Travel, e Ian Corbett, directora de sostenibilidad de TUI, acordaron que el abandourismo se trata menos de “demasiados turistas” y más sobre la distribución desigual.

“Algunos destinos están superpoblados, mientras que otros luchan por los visitantes”, dijo Bencheikh. “Nuestro papel es destacar los lugares menos conocidos: los que merecen más atención y realmente pueden beneficiarse del turismo”.

La “Lista no caliente” de Intrepid fue citada como un ejemplo, alentando a los viajeros a explorar regiones poco visitadas como Inland Groenlandia o partes del corazón arqueológico de Turquía. “El turismo, cuando se extiende de manera más uniforme, puede regenerar a las comunidades”, agregó.

Corbett enfatizó la importancia de la responsabilidad compartida y los marcos claros de destino. “Cada destino tiene límites”, dijo. “Es para ellos decidir qué tipo de turismo y cuánto quieren. Una vez establecido, la industria puede planificar en consecuencia. La colaboración es el único camino a seguir”.

También señaló que las tecnologías emergentes, incluidas las plataformas impulsadas por la IA, están ayudando a los viajeros a descubrir destinos y experiencias menos conocidos, apoyando aún más la diversificación de la demanda.

De un turismo rápido a lento

Los panelistas acordaron que las formas de viaje más lentas y responsables representan el futuro de la industria. Butler destacó la necesidad de “un nuevo modelo de negocio” donde los visitantes permanecen más tiempo, se conectan más profundamente con las comunidades y exploran más allá de los principales centros turísticos.

“El turismo ha sido una economía rápida”, dijo. “Debemos reducir la velocidad, para darle tiempo a las personas para saber dónde están, interactuar con la gente local y experimentar el destino de manera más significativa”.

Con iniciativas como el monitoreo de datos en tiempo real de Calvia y el creciente calendario de temporada fuera de temporada de Palma, incluido el maratón de Palma a finales de este mes, Mallorca continúa posicionándose como un testigo para un futuro más equilibrado e inteligente para el turismo mediterráneo.