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Los extraordinarios acontecimientos de esta semana han planteado la posibilidad de unas nuevas elecciones para el parlamento balear. vozcuyo apoyo al presidente Prohens Partido Popular es crucial, han estado divididos por un conflicto que estuvo en segundo plano durante varios meses antes de que estallara el lunes.

Cinco diputados ‘rebeldes’ del Parlamento, encabezados por la portavoz parlamentaria principal, Idoia Ribas, expulsaron a otros dos diputados del grupo parlamentario: la presidenta del partido en Baleares, Patricia de las Heras, y el presidente (portavoz) del parlamento, Gabriel Le Senne.

Los motivos para hacerlo residen en parte en el cumplimiento de las instrucciones del partido a nivel nacional, pero también en tensiones dentro de la organización regional que se remonta a antes de las elecciones de mayo del año pasado. Esencialmente, De las Heras y Le Senne están alineados con el partido nacional; los rebeldes no, y se enfrentan a una posible expulsión de Vox.

El acuerdo de gobierno alcanzado entre el PP y Vox se basó en la ocho diputados de Vox que fueron elegidos el pasado mes de mayo. Por tanto, el PP, con 25 escaños, tenía asegurada una mayoría (30) para seguir adelante con una agenda legislativa, sujeta a la aprobación y las demandas de Vox.

El lunes, antes de la expulsión de De las Heras y Le Senne, ya no eran ocho los diputados de Vox. Fueron siete, ya que Xisco Cardona abandonó el grupo parlamentario en octubre seguido por la aprobación del presupuesto de 2024. Permanece en el parlamento como no adscrito (o no acreditado). El mismo estatus es el que enfrentan ahora De las Heras y Le Senne, y en lo que respecta al orador, esto crea un problema sobre si puede continuar como orador o no.

Le Senne insiste en que no dimitirá. Otros partidos, el PP más los opositores PSOE y Més, han pedido informes urgentes a los servicios jurídicos del Parlamento para intentar aclarar la situación. El acuerdo entre el PP y Vox establecía que Vox tendría la presidencia del parlamento, pero el parlamento se enfrenta a una situación sin precedentes. A diferencia de cuando Xelo Huertas, de Podemos, fue destituido como presidente, es el grupo parlamentario quien ha expulsado a Le Senne y no el partido; Huertas fue expulsado de Podemos.

Por tanto, hay una crisis institucional con respecto a la gobernanza del parlamento, que puede resolverse si los rebeldes aceptan respaldar a un candidato del PP para que se convierta en presidente; Ribas insinuó el miércoles que podrían aceptarlo, aunque también dijo que los rebeldes propondrán su propio candidato (muy posiblemente ella). Ribas añadió: «Sea quien sea el futuro presidente del Parlamento, Garantizamos la estabilidad del gobierno de las Illes Balears..» Como son cinco, Prohens tiene asegurada la mayoría.

Aun así, hay lo que puede suceder, sobre todo entre las facciones de Vox, que se acusan mutuamente de ser «tránsfugas». Ribas dijo el miércoles de Le Senne que él es el «chaqueta real». Había «secuestrado» a la dirección parlamentaria «al pactar con quienes están con los golpistas, con los amigos de los terroristas y con los enemigos de la nación», en alusión a la izquierda en la oposición. Los rebeldes, por otro lado, han sido acusados ​​de intentar hacerse con la presidencia del parlamento y también con el control de las finanzas regionales de los partidos.

Sebastià Sagreras, portavoz del PP, llamó este miércoles a Vox «para detener este lamentable espectáculo» y dejar claro si es capaz de cumplir el acuerdo con el PP y garantizar con «todos sus diputados» que hay mayoría para Marga Prohens. «Que Vox aclare y deje de montar este espectáculo. Seguiremos gobernando con nuestro programa y cumpliendo los acuerdos de investidura».