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Un embrión de ratón que ha detenido su desarrollo por falta de nutrientes

Jiajia Ye

Los embriones de muchas especies pueden dejar de desarrollarse cuando carecen de nutrientes, sólo para reiniciar el proceso una vez que estos se restablecen, y es posible que los científicos hayan descubierto cómo lo hacen.

En las primeras etapas de el embarazo, un óvulo fertilizado se convierte en un blastocisto, un pequeño grupo de células en división. Luego, este se implanta en la pared uterina y finalmente se diferencia en los distintos tejidos orgánicos del feto.

Cuando algunos animales se enfrentan a circunstancias extremas, como cuando la comida escasea o cuando hace mucho frío, los blastocistos detienen su crecimiento y entran en un estado de latencia llamado diapausa embrionaria. En algunas especies, esto puede durar varios meses y la actividad se reanuda una vez que mejoran las condiciones. “Es una estrategia para maximizar el proceso reproductivo y con ello el número de crías nacidas y su supervivencia”, afirma Bruce Murphy de la Universidad de Montreal en Canadá, que no participó en la investigación.

Ahora, Jiajia Ye de la Academia China de Ciencias y sus colegas han descubierto cómo un embrión puede saber cuándo detener su desarrollo.

Pusieron a 14 ratones recién preñados en una jaula con comida y a otras 11 en una jaula sin comida. Después de 3,5 días, descubrieron que los blastocistos de los ratones bien alimentados se desarrollaron como de costumbre, pero los de los ratones hambrientos no se habían implantado en el útero, lo que indica una diapausa embrionaria.

Cuando estos blastocistos latentes fueron trasplantados a los úteros de ratones bien alimentados, comenzaron a crecer nuevamente.

En otra parte del experimento, los investigadores cultivaron embriones de ratón en placas de Petri con diferentes nutrientes. Descubrieron que la diapausa embrionaria parece ser causada por una falta de carbohidratos y proteínas, mientras que los embriones expuestos a niveles normales de estos nutrientes crecen como se esperaba.

Una inspección más cercana reveló que un sensor llamado Gator1 en los blastocistos puede detectar caídas en los niveles de carbohidratos y proteínas en el útero. Esto evita que se active una molécula que controla la síntesis de proteínas, que es necesaria para el desarrollo del blastocisto.

Cuando el equipo inyectó los carbohidratos y proteínas necesarios en los úteros de ratones preñados que habían sido privados de alimentos, se reanudó el crecimiento embrionario.

Dado que se espera que ocurra un proceso similar en embriones humanos, espera que estos hallazgos puedan eventualmente usarse para mejorar Fertilidad tratos. Antes de la fertilización in vitro (FIV), los embriones a veces se conservan mediante congelación y luego se trasplantan a un útero. Este método de conservación es caro y los embriones no siempre sobreviven al proceso de descongelación. El equipo ha demostrado que podría ser posible preservarlos mediante el agotamiento de nutrientes, dice Ye.

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