Los vecinos reclaman medidas de seguridad vial en un tramo de gran tránsito en San Miguel de Salinas, donde en los últimos tiempos se han incrementado los accidentes con el tráfico evitando el peaje de la AP-7 y el corte de la CV-95 por las obras del puente de Lo Quiles.
Los primeros 150 metros de la CV-940 en el municipio incluyen una curva cerrada, los enlaces con la CV-95 y la CV-941, y un cruce con el cementerio local en un sentido y un carril que conduce a las fincas en el otro.
La asociación de vecinos de San Miguel Arcángel ha remitido a la Consejería de Carreteras de la Generalitat y al Ayuntamiento un escrito de solicitud, firmado por 135 vecinos que utilizan habitualmente esta vía para realizar obras.
Lo más urgente, argumentan, es ampliar la doble línea continua que prohíbe el adelantamiento y desplazar unos metros más adelante la señalización del fin de esta prohibición hasta pasar todos los cruces citados en dirección a Los Montesinos y Benijófar.
A medio plazo, la ‘solución ideal y necesaria’ sería una rotonda, como la de la entrada norte del municipio, donde la CV-941 y la CV-940 pudieran confluir perpendicularmente con la CV-95, reclaman los vecinos.
Para reducir la probabilidad de accidentes en este punto “obsoleto y peligroso”, la asociación espera que la Dirección de Vialidad actúe con celeridad, como ya está haciendo para solucionar el hundimiento del puente sobre la quebrada de Lo Quiles.
