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Compre experiencias en lugar de posesiones para crear conexiones sociales

Las experiencias compartidas, más que las cosas materiales, unen a las personas

El ser humano es un “animal social”, como sugirió Aristóteles. Tenemos una base necesidad de pertenecerSin embargo, vivimos en una época en la que el Cirujano General de los Estados Unidos ha advertido sobre una epidemia de soledad y el aislamiento. La falta de conexión social puede tener consecuencias negativas tanto para nuestra salud mental como física. salud¿Cómo podemos entonces fomentar los sentimientos de conexión que son tan esenciales para nuestro bienestar?

En los últimos años, mis colegas y yo hemos realizado estudios científicos que sugieren que las compras experienciales (como viajes, comidas en restaurantes, actividades al aire libre y recreación) tienden a acercar a las personas Más felicidad que los materiales (por ejemplo, ropa, muebles y productos electrónicos). Investigación recienteLos psicólogos Thomas Gilovich, de la Universidad de Cornell, Thomas C. Mann, de la Universidad de Harvard, y yo investigamos otra consecuencia de gastar en experiencias en lugar de en cosas: puede promover un mayor sentido de conexión social.

Realizamos una serie de 13 experimentos con 1.980 participantes. Aunque el enfoque específico de cada estudio varió, en varios de estos experimentos pedimos a las personas que pensaran en compras materiales o experienciales que habían realizado y que luego calificaran sus pensamientos y sentimientos sobre esas compras en escalas de nueve puntos. En algunos de nuestros estudios, las personas informaron sentirse más afines con alguien que había hecho la misma compra experiencial que con alguien que había hecho la misma compra material. Tener la misma camiseta o las mismas zapatillas que otra persona es una coincidencia interesante, pero recorrer el mismo sendero o ver el mismo espectáculo hace que las personas se sientan más afines. conectadosugieren nuestros experimentos. Esto refleja el hecho de que las compras experienciales son más centrales para la identidad de un individuo: nuestros datos muestran que las personas se sienten más similares y más afines con alguien que compra la misma experiencia que ellas porque creen que este tipo de consumo tiende a representar más el sentido verdadero y esencial de la identidad de uno mismo.


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Además, estos hallazgos se aplican incluso cuando las personas piensan en cómo sus experiencias diferir de. Pedimos a los participantes que consideraran una situación en la que conocieron a alguien que había hecho una compra material o experiencial similar, pero la compra de la otra persona era superior o “mejorada” de alguna manera. (Por ejemplo, si la posesión material era un collar, los participantes consideraron a alguien que había comprado un collar más elegante que el que ellos tenían. En el caso de las experiencias, esto podría significar que alguien tenía un mejor asiento en un concierto al que había asistido un participante). Incluso en estos casos, las experiencias tenían más probabilidades de fomentar la conexión entre las personas que los objetos materiales.

Saber que otra persona tiene una versión mejor de lo que uno tiene puede crear una sensación de distancia social. Sin embargo, lo que observamos es que esta distancia parece menos amplia cuando se trata de compras experienciales en comparación con las materiales. Aunque las comparaciones sociales desagradables y las carreras armamentistas materialistas pueden ser algo habitual en el ámbito de las posesiones, puede resultar más fácil para las personas encontrar puntos en común y conectarse con otra persona a través de experiencias similares.

También descubrimos que el consumo experiencial fomenta una sensación de conexión social más amplia, no solo entre quienes han realizado una compra similar. Las personas que reflexionaron sobre las experiencias que habían adquirido (en lugar de los bienes materiales) manifestaron una sensación más amplia de conexión con la humanidad. Por ejemplo, era menos probable que estuvieran de acuerdo con afirmaciones como “Me siento tan distante de la gente” y “Me siento desconectado del mundo que me rodea” cuando pensaban en sus experiencias en comparación con cuando pensaban en sus posesiones materiales.

Por último, descubrimos que, después de pensar en una experiencia gratificante, las personas expresan un mayor deseo de participar en actividades sociales que después de reflexionar sobre una posesión importante. Los participantes a los que se les pidió que recordaran una compra experiencial tenían más probabilidades de seleccionar actividades sociales en lugar de actividades solitarias cuando se les preguntó cómo preferirían pasar su tiempo libre que las personas a las que se les pidió que pensaran en compras materiales.

Las experiencias nos conectan con los demás y nos brindan recuerdos de esa conexión que la gente puede revivir. Estos recuerdos, a su vez, pueden fomentar una mayor participación social. Una vez que se ha gastado el dinero y se ha consumido la experiencia, las compras experienciales perduran en las relaciones sociales que ayudan a cultivar.

Una conclusión clara de esta investigación (como de los muchos estudios sobre el gasto experiencial y la felicidad realizados hasta la fecha) es que probablemente sería prudente que las personas inclinaran su gasto hacia “hacer” en lugar de “tener”. Pero nuestro trabajo también apunta a otra implicación. Las comunidades podrían beneficiarse de muchas maneras al fomentar las actividades experienciales. Los responsables políticos pueden apoyar el acceso a parques públicos, playas y museos, por ejemplo. Una mejor financiación para las artes y los espacios de actuación puede ser una forma de que las comunidades garanticen que las experiencias compartidas sigan uniendo a las personas, como lo demuestra el El Fondo Nacional para las Artes ha destacadoNuestro trabajo sugiere que tales inversiones podrían iniciar un círculo virtuoso. Dirigir recursos hacia una mayor participación comunitaria podría impulsar mejoras en el bienestar social.

¿Es usted un científico especializado en neurociencia, ciencia cognitiva o psicología? ¿Ha leído un artículo reciente revisado por pares sobre el que le gustaría escribir para Mind Matters? Envíe sus sugerencias a Científico americanoDaisy Yuhas, editora de Mind Matters, en correo electrónico: dyuhas@sciam.com.

Este es un artículo de opinión y análisis, y las opiniones expresadas por el autor o autores no son necesariamente las de Científico americano.