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Crédito: CBC News

Publicación invitada de Miriam Judith

Durante un tribunal de actos policiales decisión El miércoles, la primera superintendente negra del Servicio de Policía de Toronto fue degradada a dos años después de admitir haber ayudado a policías negros a obtener ascensos haciendo trampa.

El año pasado, Clarke se declaró culpable de siete cargos de mala conducta profesional después de admitir haber desempeñado un papel principal en el escándalo de 2021, donde filtró preguntas confidenciales de exámenes a seis oficiales negros para que pudieran obtener ascensos que ella cree que de otra manera no serían capaces de obtener, debido a, lo adivinaste, «racismo».

“En ese momento sentí que (los seis oficiales) no tenían una oportunidad justa en este proceso y mi propia historia y experiencia de inequidad racial agravaron este sentimiento”, escribió Clarke en un informe policial, refiriéndose al engaño como “un esfuerzo desesperado por nivelar el campo de juego”.

La ex presidenta de la Asociación Canadiense Jamaicana, Audrey Campbell, hizo comentarios en apoyo de Clarke, comparando al oficial corrupto con un “luchador por la libertad”.

“Se puede hablar de la justicia de los sistemas. Se puede hablar de las reglas. Ningún cambio sustancial se ha logrado jamás siguiendo las reglas que el sistema ha establecido…” “Lo que para unos es un criminal, para otros es un luchador por la libertad”, dijo, minimizando la gravedad de las acciones corruptas de Clarke.

La jueza del tribunal, Robin McElary-Downer, finalmente le dio a Clarke un tirón de orejas al dictaminar que solo sería degradada por dos años y que tendría que volver a solicitar su puesto de superintendente, al tiempo que afirmaba que Clarke mostró una falta de honestidad e integridad, valores que son esenciales para el papel que alguna vez ocupó.

“La honestidad y la integridad son rasgos de carácter innegociables de un agente de policía. Las acciones del superintendente Clarke demostraron que ambas estaban ausentes”.

Al hablar con los periodistas afuera de la sede de la policía de Toronto, Clarke afirmó que estaba decepcionada con el fallo y que se tomaría tiempo para decidir qué hacer a continuación.

Clarke tiene 30 días para apelar el fallo.

Este escándalo pone de relieve un problema evidente en la era actual de la diversidad, la equidad y la igualdad y de las iniciativas de acción afirmativa. Cuando los puestos se ocupan no sobre la base del mérito sino de la política de identidades, corremos el riesgo de tener una generación de líderes que no posea las calificaciones ni la capacidad para fomentar la confianza en nuestras instituciones.

Solo recuerda, DEI = No lo ganaste

Los que se benefician de estos programas suelen ser los más amenazados por la competencia genuina, lo que pone de manifiesto una falla profunda en los cimientos mismos de estos programas. Este tipo de comportamiento sólo sirve para erosionar aún más la sociedad bajo el disfraz de la «diversidad».