El proceso de divorcio, que se prolongó durante años, implicó disputas sobre los intereses financieros de Tatum en la franquicia Magic Mike. Según se informa, Jenna expresó su preocupación por el hecho de que Tatum colocara las ganancias de la franquicia en un fideicomiso y transfiriera los derechos de licencia sin su conocimiento. Sin embargo, Tatum negó estas afirmaciones y enfatizó que Jenna tuvo acceso total a los registros financieros durante su matrimonio.
Para evitar la necesidad de un juicio en diciembre, la pareja acordó resolver las futuras disputas por la custodia mediante negociaciones privadas con un juez. Jenna, ahora comprometida con Steve Kazee y madre de dos hijos más, enfrentó desafíos durante el largo proceso de separación. A pesar de sus diferencias, el acuerdo marca el final de un capítulo difícil tanto para Tatum como para Dewan.