El 8 de noviembre de 2017, Units per Avançar, partido fundado tras la extinción de Unió Democràtica, anunciaba que se aliaba con el PSC para presentarse a las elecciones catalanas. Un tándem inédito fraguado al calor de los meses más convulsos del ‘procés’ que, justo siete años después, es robusto y permite a Ramon Espadaler, secretario general de los democristianos y conseller de Justícia, presumir de estar liderando en estos momentos un partido con poder pese a su pequeño tamaño. Es pieza clave en el Govern de la Generalitat y también en el del Ayuntamiento de Barcelona. Tras alcanzar la Generalitat, Units se reorganiza este fin de semana en su tercera convención con el objetivo de reafirmar la estrategia de influencia de la mano de los socialistas tejida hasta ahora y trazar la senda para arraigar en algunos puntos del territorio pensando en las municipales de 2027.