Las declaraciones de Víctor de Aldama asegurando que habría pagado comisiones en metálico y en especie a José Luís Ábalos y a Koldo García como recompensa por sus gestiones para obtener contratos para el suministro de mascarillas durante la pandemia del coronavirus y puntualizando que el encuentro con el presidente del gobierno, del que hay testimonio gráfico, no fue fortuito y que este incluso le habría agradecido los servicios prestados, generaron una reacción inmediata en el PP. Este, por boca de su presidente, Alberto Núñez Feijoo, reivindicó la dimisión de Pedro Sánchez, la apertura de una nueva etapa de la vida española y mostró su predisposición a presentar una moción de censura si contaba con los suficientes votos favorables.