Continúa el eco de los mensajes intercambiados entre la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid y exministra de Industria, Reyes Maroto, y el empresario imputado en la trama Koldo Víctor de Aldama. Maroto ha vuelto a ser preguntada por esos whatsapps de 2020, que ha circunscrito a un «ámbito de trabajo» como ministra, y ha tachado de «linchamiento político» hacia su persona las palabras de ayer del alcalde de la capital, José Luis Martínez- Almeida tachándola de poco ejemplar, exigiendo su dimisión y anunciando una moción para debatir su reprobación en el Pleno de Cibeles del próximo lunes.
No ha sido Maroto tajante en negar la existencia de más mensajes además de los dos que desveló ayer El Confidencial, aunque sí ha insistido en que se referían exclusivamente a una propuesta para un proyecto de reactivación turística en la pandemia. «Mis conversaciones con el señor Aldama se limitan a un ámbito totalmente de trabajo como ministra del Gobierno de España«, ha señalado. «Estábamos recibiendo muchísimos proyectos para la reactivación del sector turístico y fue en ese marco. Nada tiene que ver ese mensaje con los casos de corrupción que se están investigando».
“Buenos días Víctor y disculpa el retrato [sic]son días complicados en mi ministerio. Le he pasado tu contacto al nuevo director de Turespaña – Miguel Sanz para que se ponga en contacto contigo”, se lee en un mensaje enviado por la exministra a Aldama, según la captura de pantalla de la conversación de Whatsapp que ayer se hizo pública. La captura solo incluyó dos mensajes, el de Maroto y la respuesta del presunto comisionista. “Buenos días ministra lo entiendo, no se preocupe. perfecto muchas gracias espero su llamada o whatsapp. Saludos”, escribe. El intercambio de comunicaciones tuvo lugar, según el medio digital, el 5 de agosto de 2020.
Maroto ha justificado que en esos días habló con mucha gente y ha dicho que cree que es algo «bueno» que un cargo político no sea sectario y atienda las propuestas, en aquel caso, de proyectos para reactivar el turismo. Ha insistido en que ese proyecto, que también se trasladó a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento, no fructificó en nada. La edil socialista, que ha asegurado hoy que se ve con fuerzas para llegar a ser alcaldesa en 2027, año de las próximas elecciones municipales, desconoce cómo llegó Aldama a conseguir su contacto. «Mi teléfono lo tenía y lo tiene mucha gente, a veces porque lo doy yo o porque lo dan compañeros», ha dicho. Además, ha restado importancia al supuesto tono de familiaridad en los mensajes que subrayan Almeida y otros miembros del PP municipal. «Suelo ser muy elegante siempre que mando un correo, es una manera de revelar empatía, no soy una persona fría. Fui incapaz de atender la petición que me hacía y lo derivé a la persona que en ese momento estaba gestionando la reactivación del sector turístico», ha declarado.
La portavoz socialista ha calificado ese mensaje de «la nada» y en ese sentido ha calificado de «sobreactuación» las declaraciones de ayer de Almeida, que convocó a la prensa en Cibeles únicamente para referirse al caso. «Hemos conocido hoy hechos gravísimos que acreditan un nuevo vínculo de Reyes Maroto con lo que el Tribunal Supremo denomina una organización criminal y con personas que integran esa organización», señaló el primer edil antes de exigir su dimisión y anunciar que el PP llevaría al Pleno su reprobación.
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Las palabras del regidor «ante la nada, pidiendo mi dimisión, de alguna manera ponen de manifiesto el linchamiento político del señor Almeida hacia mi persona, algo que no voy a consentir», ha subrayado Maroto, quien también ha negado las informaciones publicadas hoy en The Objective, según las cuales ella pidió a Aldama que la ayudara para que la incluyeran en las listas del PSOE en el Ayuntamiento o en la Comunidad en las elecciones de 2023. «Me han sorprendido hasta tal punto que voy a exigir el derecho de rectificación», ha señalado. «Me he reído», ha abundado, «como ministra tenía línea directa con el presidente del Gobierno, no necesito que nadie me ayude a encabezar una lista».