Olive fue una de varias vacas que huyeron en julio de una granja lechera de Nueva York. Lamentablemente, los demás fueron detenidos y vendidos, dejando a Olive sola y asustada.

Pasó cuatro meses en el bosque y los propietarios locales nos dijeron que probablemente estaba embarazada. Cuando se dieron cuenta de que tal vez ya había dado a luz, la búsqueda se volvió urgente. Nuestro equipo de rescate fue enviado de inmediato, listo para ayudar a Olive y su cría.

Trágicamente, encontraron al hijo de Olive sufriendo y sin poder mantenerse en pie. Lo llevamos rápidamente a Cornell para recibir atención, pero el equipo veterinario determinó que este ternero enfermo tenía anomalías musculoesqueléticas y articulares graves e intratables. Como no tenía posibilidades de sobrevivir, los veterinarios tomaron la desgarradora decisión de sacrificarlo.

Sabíamos que todavía teníamos la oportunidad de ayudar a Olive. Entonces, nuestro equipo monitoreó a esta afligida madre vaca mientras entraba y salía de nuestro corral, demasiado temerosa para quedarse por mucho tiempo. Una vez, estuvo asegurada dentro pero se liberó. Pero la paciencia y la empatía prevalecieron y Olive decidió que estaba lista para recibir ayuda.

Ahora, Olive está a salvo en Farm Sanctuary, donde se está adaptando y puede comenzar a recuperarse del trauma.

Por automata