El ejercicio diario regular y el aire fresco son vitales para el bienestar de su perro. Pero cuando la temperatura baja y la oscuridad llega temprano, las caminatas pueden resultar desalentadoras. Durante los meses de invierno, hay cosas a considerar para que las caminatas frías y oscuras sean más seguras.

¿Qué tan frío es demasiado frío?

Es natural querer incluir a nuestros compañeros caninos en la diversión invernal. Pero es importante conocer los límites de su perro. Las razas con pelaje grueso como los perros esquimales, los samoyedos o los san bernardo pueden tolerar temperaturas más frías. Pero otras razas como los Dachshunds, los Bulldogs franceses y los Boston Terriers tienen pelajes cortos y finos. Además, los perros pequeños de constitución delgada son más sensibles al frío que los perros más grandes y corpulentos.

La edad de un perro también afecta su capacidad para regular la temperatura corporal. Tanto los perros mayores como los cachorros tienen un mayor riesgo de sufrir hipotermia y congelación. Los perros con problemas de salud como diabetes, artritis o problemas renales también son más vulnerables al frío, incluso entre razas bien adaptadas a temperaturas más frías.

Aprender el lenguaje corporal y las señales de comportamiento de tu amigo peludo te permitirá saber cuándo es el momento de regresar a casa. Algunas señales de que un perro tiene demasiado frío incluyen temblar, lloriquear, levantar o lamer las patas, la cola metida, caminar lentamente y respirar superficialmente.

Si su perro es sensible al frío, considere comprarle un abrigo y un par de botas para mantenerlo seguro y cómodo. Otra ventaja de las botas es que protegerán sus patas de la sal de la carretera y de productos químicos venenosos como el anticongelante y otros derretidores de hielo.

Planifique con anticipación

Antes de partir, es útil ser consciente de los riesgos para poder prepararse en consecuencia. Consultar la previsión meteorológica para evitar condiciones extremas evitará una situación potencialmente peligrosa.

Planificar tu ruta también es una buena estrategia para los paseos invernales con tu amigo de cuatro patas. De esa manera, no hay posibilidad de perderse o quedar atrapado en los elementos. Saber por dónde caminarás y cuánto tiempo tomará la ruta cambiará las reglas del juego.

Además de vestirse para el frío, también es importante vestirse para la oscuridad. Usar ropa reflectante y otros equipos, mantener a su perro con correa y asegurarse de tener una linterna que funcione son defensas valiosas contra la oscuridad. Cuando las condiciones de conducción son peligrosas, es especialmente importante ser visible.

Por último, siempre es bueno recordar asegurarse de que su teléfono esté completamente cargado antes de salir de casa en caso de emergencia.

Con estas estrategias en mente, una caminata invernal puede parecer menos una tarea ardua y más una aventura divertida para ti y tu mejor amigo.

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Por automata