La endometriosis afecta a casi una de cada 10 mujeres en edad reproductiva y se caracteriza por el crecimiento de tejido similar al uterino fuera del órgano, lo que provoca dolor pélvico intenso e infertilidad. Sin cura para la endometriosis, los tratamientos se limitan a analgésicos, anticonceptivos y agonistas hormonales y cirugía. Sin embargo, estos pueden provocar síntomas menopáusicos y pérdida de densidad ósea, y la cirugía tiene una alta tasa de recaída.
Yingqun Huang, de la Facultad de Medicina de Yale, explora los mecanismos epigenéticos de TET3 en enfermedades metabólicas, cáncer y endometriosis.
Ying Qun Huang
A pesar de su prevalencia, históricamente la investigación sobre la endometriosis no ha recibido suficiente financiación ni ha sido reconocida, por lo que sus mecanismos se desconocen en gran medida. Ying Qun Huangbiólogo molecular de la Facultad de Medicina de Yale, analizó las contribuciones de los macrófagos a la enfermedad y cómo dirigirse a poblaciones específicas de estas células inmunitarias podría mejorar la atención al paciente.
¿Qué papel juegan los macrófagos en la fisiopatología de la endometriosis?
Durante más de una década, los investigadores han reconocido el papel de macrófagos en el crecimiento de la lesión, la vascularización y el dolor asociado con la afección.1 Recientemente, mi colega Hugh Taylor y analicé conjuntos de datos de secuenciación de ARN unicelular de código abierto recopilados de lesiones de endometriosis humana y identificó una población específica de macrófagos patógenos, caracterizados por la sobreexpresión de la proteína TET3, que previamente hemos demostrado que afecta la regulación genética y está asociada con diversos efectos fisiopatológicos.2,3 Demostramos en modelos in vitro de humanos y ratones que el aumento de la expresión de citocinas inflamatorias provocó el desarrollo de una nueva población de macrófagos patógenos que sobreexpresan TET3. Esto tiene efectos en todo el genoma de los macrófagos, lo que lleva a modificaciones epigenéticas que afectan la supervivencia celular y las vías de apoptosis que hacen que estos macrófagos dependan de TET3 en comparación con los macrófagos normales.
¿Cómo abordan sus hallazgos los desafíos en el tratamiento de la endometriosis?
Para atacar estos macrófagos patógenos, utilizamos una pequeña molécula sintética que desencadena la degradación de la proteína TET3. Debido a que el compuesto depende de la coexpresión de una enzima que también está regulada positivamente en estos macrófagos que sobreexpresan TET3, tuvimos un enfoque dual específico de células para atacar y matar esta población de células patógenas. Esperamos convertir esta pequeña molécula, o sus derivados, en un fármaco para tratar la endometriosis. Algunos ensayos clínicos están investigando los efectos de atacar estas células inmunes, pero se centran en marcadores de superficie que no son específicos de los macrófagos patógenos. Creemos que nuestra pequeña molécula se dirige específicamente a los macrófagos relevantes para las enfermedades.
Abreviatura: TET3 (tet metilcitosina dioxigenasa 3).
Esta entrevista ha sido editada para mayor extensión y claridad.