Los rumores y cruces de declaraciones acerca de la negociación de una amnistía de los delitos derivados del proceso están exacerbando a numerosos propagandistas de la extrema derechaque participa en una intensa campaña de agitación con los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad como objetivo principal.

La corriente arengatoria fluye en las redes sociales, foro preferido de este sector. Es una veta de propaganda que discurre paralela a la de la convocatoria por el PP -arrancada por el expresidente Aznar- de una concentración contra la amnistía el próximo fin de semanaque hace ósmosis con la audiencia conservadora y que parasita cuentas y chats de seguidores de Vox.

La actual campaña ultra tiene dos narrativas: una pregunta principal llama a militares y agentes policiales a amotinarse contra el Gobierno si el presidente en funciones, pedro sánchezse compromete con Junts y Esquerra Republicana a promulgar una ley de amnistía.

En la otra narrativa coinciden numerosas emisoras de la primera, y culpa e insulto al rey Felipe VI construyendole una imagen de pusilánime, cuando no cómpliceante la amnistía.

Invitación al golpe

Desde hace dos semanas, y como ya ha ocurrido en otros momentos de tensión de la pasada legislatura, este movimiento abandonó su marginalidad: algunos mensajes destacados de la campaña han alcanzado el medio millón de visualizaciones. Otros se han salido de sus rincones virtuales pasando a la calle. En la Plaza Sant Jaume de Barcelona, ​​sin ir más lejos, durante una concentración contra la posible amnistía el 10 de septiembre, dos operarias de esta campaña -cuya identidad y filiación no ha trascendido de momento- desplegaron una pancarta con el cartel en letras rojas : “Felipe VI cómplice del golpe de Estado a las urnas a la democracia ya las voluntades de los españoles” (sic).

Los mensajes que tienen a las Fuerzas Armadas como protagonistas y/o destinotarias aprovechan sesgos de confirmación de la audiencia de ultraderecha. Han tenido éxito a comienzos de septiembre bulos sobre un chantaje de Pedro Sánchez al Rey, o arengas golpistas: “Seré uno de los más de 130.000 militares en activo que acudirá a la Moncloa y lo pondrá (a Sánchez) a disposición de la Judicatura Militar por incumplir la ley y la Constitución. Me consta que la Guardia Civil, con más de 78.000 efectivos, comparten lo mismo”, dice en X una de las que más circula.

La cuenta emisora ​​de esta amenaza es PentádonoESP. Se dice regida por “militares adscritos al CIFAS”, en alusión al Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, y muestra en su perfil una foto de la puerta del Mando de Operaciones de los ejércitos.

La identidad tiene muchos visos de ser falsa. No lo es la de la plataforma sindical Jucil, rama de Jusapol para la Guardia Civil, que ha emitido un comunicado también de éxito entre los consumidores de la campaña. Se titula “Posible amnistía para los delincuentes catalanes”. Su nota dice: “Si el Gobierno se autoriza a sí mismo para decidir lo que es delito en realidad estaríamos ante un Golpe de Estado dictatorial”.

El aún comunicado sirve para alimentar bulos en medios ultras y blogs sobre supuestas movilizaciones en el instituto armado contra el Gobierno.

Contra el Rey

Fotos de Felipe VI cabeza abajo, caricaturas, retratos de él gestualizando o coincidiendo con Pedro Sánchez ilustran un tropel de mensajes en estos circuitos de las redes sociales. Esta corriente es simultánea a la de conminaciones a la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas para que impidan una amnistía. Ambas alcanzaron la pasada semana un punto culminante de audiencia, apuntan fuentes de la Seguridad del Estado que están observando este fenómeno.

Los ataques al jefe del Estado por sectores antisistema no son un caso nuevo, pero sí lo es la intensidad con que ahora se dispara desde una extrema derecha muy polarizada y frustrada tras el Fracaso de Vox en los comicios del 23J.

Los mensajes suelen tener un tono de exigencia, como los que fórmula la mencionada PentágonoESP. A comienzos de agosto inauguraba la racha expresando: “Felipe VI se ecuentra en un grave dilema. Está con la unidad de España o con los políticos corruptos que buscan la desintegración del país”.

Pero un importante filón de esta corriente directamente descalifica o insulta, con frases como “cobarde traidor; abdica, parásito”.

Un número no determinado de los repicadores de estos mensajes aventan una y otra narrativa, apuntándose a insultar o amenazar al monarca a la vez que a arengar a los militares. Una parte de las cuentas funcionan también como parte de la cámara de eco de propaganda rusa contra la la UE y la OTANseñalan las fuentes citadas.

Mote insultante

La animadversión ultra contra el jefe del Estado ya ha cumplido tres años. Se originó en tiempos de la pandemia, en la exasperación de la extrema derecha y la ultraderecha contra el Gobierno y Pedro Sánchez. Los primeros calificativos de “masón” contra el monarca surgen en julio de 2020, tras el homenaje de Estado a los fallecidos por el covid19que actuó el Ejecutivo en el Patio de la Armería del Palacio Real de Madrid.

La catedral de La Almudena quedaba enfrente, pero no era una ceremonia religiosa, sino laica. Aquella escenografía -asientos en círculo, distantes entre sí y en torno a un gran pebetero encendido- se le antojó aquelarre masónico a la parte más radical de los que meses antes habían salido a la calle a secundar caceroladas convocadas por los mismos canales de redes sociales contra las restricciones sanitarias.

Al año siguiente, en junio de 2021, activistas de la extrema derecha ocultos bajo seudónimos en las redes sociales consiguieron viralizar un mote insultante del rey, “Felpudo VI”. La chispa: la aparición en el BOE, a finales de ese mes, de los indultos al republicano Oriol Junqueras y demás políticos que habían sido encarcelados por delitos del estallido del proceso en el otoño de 2017. Aprobaba los indultos el Gobierno, los publicaba el ministro de Justicia -entonces Juan Carlos Campo– y los firmaba “Felipe R.”

El mote retorna ahora en una nueva fase, esta vez apalancado en las expectativas de una amnistía. La campaña contra Felipe VI desde la extrema derecha sube un escalón: desde la desafección a la animadversión, cuando no el odio, con advertencias incluidas.

Collar poco cristiano

En el origen de esta fase, eslóganes y cartas abiertas a cuenta del fantasma de la amnistía, como la formulada el 13 de septiembre ante más de 449.000 visualizaciones por una cuenta bautizada con el apodo La Robin, que denigra constantemente a Pedro Sánchez, y en la que ese día se dirige al monarca en estos términos: “… en estos momentos críticos, es crucial que como monarca se muestre firme en la defensa de nuestra Constitución y de los principios democráticos que la sustentan (…) le insto a que no se deje cantar ni a ceder ante presiones que puedan comprometer la estabilidad y la integridad de España”.

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Ya en mayo había comenzado un tercer aguacero de críticas en el mismo ámbito, esta vez por una foto que colgó la Casa Real de la princesa leonor con su padre, en la que ella lleva al cuello un pequeño collar con una palabra en caligrafía árabe.

Uno de los activistas que más removieron el asunto, el inspector de policía retirado Javi Rodrigopropagandista de la órbita del popular coronel Pedro Baños -difusor de argumentarios estratégicos prorrusos-, señaló el detalle de la foto el 20 de mayo, preguntándose: “¿Pero esto qué es? ¿Qué mensaje quieren trasladar? ¿Y la cruz?”. Obtuvo más de medio millón de visualizaciones en Twitter.

Por automata