La Guardia Civil española ha realizado seis arrestos en los últimos días, como parte de la guerra en curso del país contra las bandas de narcotraficantes en la costa sur.
Además de las detenciones, la policía también incautó cinco embarcaciones utilizadas para el transporte de estupefacientes, así como 2.319 kilos de hachís y 7.725 litros de combustible.
Las operaciones se desarrollaron en diferentes zonas de la costa del suroeste de la provincia de Cádiz y del río Guadalquivir.
La Guardia Civil trabajó conjuntamente con la Guarda Nacional Republicana (GNR) portuguesa en una de las operaciones, en la que se incautaron 76 paquetes de hachís que eran transportados en una lancha rápida.
En otra de las operaciones, los narcotraficantes detenidos arrojaron su botín al mar para evitar la detención.
Mientras tanto, la semana pasada los agentes detuvieron una embarcación en el río Guadalquivir que transportaba 3.850 litros de combustible destinado a las embarcaciones narcotraficantes.
Estas últimas medidas represivas contra las bandas narco en la zona se producen a raíz de la trágica muerte de dos guardias civiles en febrero, cuando su pequeña lancha rápida fue embestida deliberadamente por una embarcación más grande pilotada por una banda de narcotraficantes.
La banda utilizaba una potente lancha rápida de 14 metros en el momento del incidente, que tuvo lugar en el puerto gaditano de Barbate. En la embarcación atacada, que era sólo una pequeña embarcación de seis metros, se encontraban un total de seis guardias civiles.
Las víctimas fueron identificadas como Miguel Ángel Gómez González, de 39 años, y David Pérez Carracedo, de 43. Murieron cuando la gran lancha rápida fue piloteada deliberadamente sobre la embarcación más pequeña de la Guardia Civil.
Dos guardias civiles más resultaron heridos, uno de gravedad, mientras que los dos restantes escaparon ilesos.
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