C3465b48 2967 48b0 9254 F5e2db78f269 21 9 Aspect Ratio Default 0.jpg

Confieso que al saber la decisión de Pedro Sánchez (la reflexión íntima, familiar, introspectiva, que acaba este lunes) dudé entre las dos opciones más evidentes. La valentía de quien está harto de las maniobras de baja estofa de las derechas y que decide anteponer la dignidad personal ante el éxtasis de barro de quienes viven dispuestos a convertir la política en un estercolero; y el cinismo de una táctica, de raíz populista, que juega con los sentimientos, los hace explícitos, y trata de conseguir robustecer la imagen del líder, con notables derivadas electorales.