Los hechos ocurrieron minutos antes de las diez de la mañana en el número 31 de Blanquerna, una popular calle de restauración. La dueña del local abrió la peluquería y cuando fue a dejar el bolso en una de las estancias del local tuvo que atravesar un pequeño patio interior. En su camino, la El suelo se derrumbó bajo sus pies.
“Se rompió la teja y caí en un agujero de más de un metro de profundidad”, dijo Verónica Platero, la víctima.
Llamó a su pareja, quien llamó al dueño de un bar cercano, quien acudió en su ayuda. “Menos mal que ese hombre vino después de la llamada de mi novio. Me llevé un buen susto”, contó.
Minutos después, llegaron varias patrullas de la policía local y equipos de bomberos de Palma que evacuaron a los vecinos del edificio como medida de precaución. Minutos después, se tomó la misma decisión con los vecinos de la calle Guillem Massot, número 44. Técnicos del Área de Urbanismo del consistorio permanecen en el lugar para evaluar los daños sufridos y si pueden derivar en algún tipo de daño. Más colapso.