«Catalunya siempre ha sido tierra de acogida y tierra solidaria. Y ahora volverá a ser ejemplar […] Quien viene a mejorar Catalunya, es catalán. Con los mismos derechos y deberes que tenemos todos nosotros». Salvador Illa ha fijado este martes su apuesta por un país integrador ante la ola migratoria y la ofensiva de la extrema derecha, dispuesto a gobernar para que Catalunya sea un proyecto colectivo que vincule a todos los catalanes «sin distinciones».
En su primer discurso como president del Govern con motivo de la Diada, Illa ha puesto énfasis en el enriquecimiento de la diversidad, al tiempo que se ha comprometido con unos servicios públicos «de excelencia» y una sociedad civil «dinámica»: «Catalunya también se ha hecho a sí misma gracias al trabajo de generaciones de personas venidas de pueblos de España y de todo el mundo. No podemos cerrar los ojos a la realidad del fenómeno migratorio. Es una emergencia global fruto de la desigualdad en el mundo y que ningún país puede resolver solo«, ha remachado.
En un discurso de cinco minutos desde el Palau de la Generalitat, al lado de las cuatro columnas de la Llotja de Llevant que evocan las cuatro barras de la ‘senyera’, Illa ha situado el Onze de Setembre como una jornada para «reafirmar» la voluntad de los catalanes de «ser y convivir». «Pertenece a todos los catalanes», ha añadido, en una alusión velada al independentismo, ya que a nadie le pasa por alto que esta es la primera Diada con un president contrario a la secesión desde el inicio del ‘procés’.
«Tengo la plena convicción de que una nación próspera y justa para todo el mundo se construye de verdad en las aulas, en los centros de atención primaria, en las bibliotecas, en los casales de la gente mayor y en las calles y plazas de unos barrios seguros. Por eso es tan importante que los servicios públicos de Catalunya recuperen la excelencia que los ciudadanos merecéis. Atender esta prioridad nos hará mejores como país«, ha espetado, sin mencionar el acuerdo alcanzado con ERC para una financiación singular. Pero sí se ha centrado en los cambios «profundos y acelerados» que vive el país a nivel socioeconómico, tecnológico y ambiental para abundar en que «para evitar los riesgos y aprovechar las oportunidades», hay que poner el acento en «lo que une» y en la «confianza en Catalunya y en su pluralidad».
Poblet y Montserrat, referentes
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Con el busto del expresident Josep Tarradellas de fondo, creado por el escultor Josep Maria Subirachs, Illa ha buscado «reivindicar su figura, capacidad de diálogo y perseverancia» y ha recordado que, en su primer mes en el cargo, ha reunido al Govern en el Monasterio de Poblet y ha acudido a Montserrat para inaugurar los actos del Milenario: «Dos referentes que nos recuerdan nuestras raíces y que nos proyectan hacia el futuro», ha recalcado, subrayando así el humanismo cristiano con el que bendijo a sus consellers.
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El president no ha pasado por alto la emergencia habitacional que afecta, sobre todo, a los jóvenes, y se ha conjurado para garantizar no solo una vivienda digna a los catalanes, sino también salarios a la altura, e igualdad entre hombres y mujeres. Todo ello, enmarcándolo en los pilares sobre los que busca sustentar al Govern que lidera: «generar prosperidad, prosperidad compartida, gobernar con las prioridades correctas y gobernar para todo el mundo».
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