Errejón no ha respondido extensamente en público a las acusaciones, salvo una carta de renuncia redactada indirectamente en la que admitía “errores” y advertía que en la primera línea política había “una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres se ve amplificada por el patriarcado”. Sin embargo, el asunto se considera perjudicial para el estilo estridente de feminismo que ha promovido el gobierno de Sánchez.
Errejón, de 40 años, fue una de las figuras más destacadas de la nueva izquierda que surgió hace una década para desafiar a los poderes políticos tradicionales de España. Cofundador del partido de extrema izquierda Podemos, sus habilidades parlamentarias y su talento político fueron vistos como clave para el temprano ascenso del partido. Posteriormente formó Más Madrid, que a su vez pasó a formar parte de Sumar, una amplia plataforma de partidos a la izquierda de los socialistas de Sánchez.
“Este escándalo podría ser un golpe fatal para Sumar como marca y como organización”, dijo Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III.
«Esto genera muchas preguntas muy incómodas para Sumar», añadió. “¿Se sabía esto antes? Si lo fue, ¿por qué no se hizo nada al respecto?
Tanto Sumar como Más Madrid, que han colocado las cuestiones feministas en el centro de la política española, han estado luchando por responder a esas preguntas.
“Si hubiera sabido antes de acciones tan graves, habría actuado de la misma manera que lo hice”, dijo Yolanda Díaz, viceprimera ministra, ministra de Trabajo y líder de facto de Sumar.