Arash Azizi: “Al despertar con los resultados de las elecciones del miércoles, muchos estadounidenses que se oponían a Donald Trump pueden haberse sentido inclinados a resentirse con sus vecinos. ¿Cómo pudieron más de 70 millones de ellos votar por un delincuente convicto que se había codeado con un fascista, mostró poco respeto por las instituciones o alianzas del país y ni siquiera podía prometer no gobernar como dictador? Algunos observadores extranjeros en las redes sociales parecieron reaccionar de manera similar, viendo en Trump los peores rasgos de las caricaturas estadounidenses: egomanía, narcisismo, chauvinismo, descuido”.
“Pero estos prejuicios eran injustos el 4 de noviembre y siguen siéndolo el 8 de noviembre. Sí, Trump es un verdadero hijo nativo de este país, y algunas de sus peores tendencias le han permitido prosperar. Y sí, quienes se preocupan por el futuro de Estados Unidos tienen todo el derecho a preocuparse por las tendencias que él ha desatado o explotado: autoritarismo, misoginia, conspiracionismo”.
«Y sin embargo: este país siempre ha sido una tierra grande y hermosa de contradicciones».