Primer asalto. A seis días para la votación, este domingo los tres candidatos al puesto de secretario general de ERC se han visto por primera vez. Elisenda Alamany -Militància Decideix-, Alba Camps -Nova Esquerra Republicana- y Alfred Bosch -Foc Nou- han debatido durante una hora y cuarto para tratar de convencer a los más de 8.000 militantes que el próximo sábado decidirán la nueva dirección del partido. Sin embargo, más allá de las propuestas de cada lista, han sido la continuidad de Oriol Junqueras y la polémica de los carteles los temas que ha protagonizado la parte más agria del debate.
La primera en poner la cuestión sobre la mesa ha sido Alamany, que ha acusado a Nova Esquerra Republicana de estar detrás de las «estructuras B» y ha recriminado a sus candidatos que quieran «vetar» a Junqueras. «Tenemos que dejar atrás malas prácticas del pasado que no han hecho pasar vergüenza», ha afirmado la también líder de los republicanos en el ayuntamiento de Barcelona, que ha asegurado que si ganan las primarias harán una «comisión de la verdad» para esclarecer responsabilidades.
Además, Alamany ha acusado a la candidatura de Camps de hacer «daño» al partido con sus ataques a Junqueras y de querer empequeñecer el partido al querer prescindir de su hasta ahora líder.
Camps se ha defendido recordando que Junqueras era president del partido cuando se colgaron los carteles del Alzheimer y que Alamany participaba de las reuniones de la cúpula. «Ha habido una omisión de responsabilidades flagrante», ha aseverado, tras pedir a esta candidatura que deje de «instrumentalizar» la cuestión para hacerse «con un poder que ya tenían». «¿El presidente del partido dónde estaba?«, se ha preguntado, al tiempo que ha reprochado al tándem Junqueras-Alamany el uso del término «comisión de la verdad», por su vinculación con «los procesos de dictadura y las vulneraciones de derechos humanos».
Así, la candidata a secretaria general de Nova Esquerra también ha acusado a la lista de Junqueras de «personalista» y ha apostado por «nuevos liderazgos». «Lo centráis todo en una persona, esto es muy poco republicano», ha rematado.
Bosch, por su parte, también ha puesto en duda el papel de Junqueras en esta polémica y ha pedido una auditoria externa. «¿Si no se enteró de nada, es la mejor persona para liderar el partido? ¿Queremos a una persona con este perfil, que dice que pasaba por allí?», se ha preguntado.
Los pactos con el PSC
Sin embargo, el exconseller ha tratado de alejarse de esta polémica que enfrenta a las dos principales candidaturas y ha buscado diferenciarse de ellas con un discurso más independentista, presentando un plan de medidas para conseguir la ruptura con España de cara al 2030. Asimismo, Bosch ha tratado de equiparar las otras dos candidaturas y les ha reprochado sus pactos con el PSC. En este punto, Camps ha aprovechado para hacer público que votó en contra de la investidura de Illa en la consulta interna a la militancia del pasado verano.
Este primer careo a tres ha servido para poner el termometro a las tres candidaturas y también como antesala del que celebrarán el próximo martes los tres aspirantes a la presidencia, Oriol Junqueras, Xavier Godàs y Helena Solà. La votación es este próximo sábado día 30, pero, si ninguna de las tres candidaturas llega al 50% de los votos, habrá que repetir la votación 15 días después, pudiendo escoger entonces solo entre las dos listas más votadas.
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De momento, el tándem Junqueras-Alamany parte con ventaja, al haber logrado imponerse en los avales. Militància Decidim llegó a recoger hasta 2.577 firmas de afiliados, dejando atrás las 1.500 de Nova Esquerra Nacional y las 500 de Foc Nou. La cuarta lista, Recuperem ERC, quedó eliminada al quedarse lejos de pasar el corte de 412, ya que solo consiguieron 200.