«Catalunya se gobierna más allá de las paredes del Palau de la Generalitat y más allá de la plaza de Sant Jaume», escribió el president de la Generalitat, Salvador Illa, en la carta que el 13 de agosto, el día después de la toma de posesión, se encontraron cada uno de los 16 consellers del nuevo Govern en su despacho. Era una manera de trasladarles que los quería pisando la calle para ganar proximidad y no encerrados en sus respectivos departamentos. Han pasado cuatro meses y medio y la mayoría de componentes del ejecutivo -algunos de ellos son todavía caras poco conocidas en el ámbito político- se han puesto al frente de la gestión de sus áreas con discreción, pero el balance de la instrucción del president se traduce en 850 actividades por todo el territorio, según el recuento al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.