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Si esperas agregar miniaturas a tu familia esta temporada, las hormonas pueden ayudarte a prepararte para ellas reconectando tu cerebro. El embarazo hormonas causar muchos cambios en el cuerpo para prepararse para la descendencia, y en los roedores, esto incluye promoviendo conductas parentales.1,2 Sin embargo, los cambios a neuronas y ellos actividad que impulsan estos comportamientos no se conocen bien.3,4

Johannes Kohlneurocientífico del Instituto Francis Crick y coautor de un estudio recientey su equipo exploraron la influencia de estas hormonas en las neuronas que controlan el comportamiento de los padres en ratones.5 Comprender estos cambios podría ayudar a los investigadores a encontrar intervenciones para la depresión o la ansiedad posparto.

«El cerebro puede prepararse para desafíos conductuales futuros específicos», dijo Kohl. «La forma en que lo hace es simplemente escuchando el cuerpo».

El equipo evaluó comportamientos de crianza en ratones hembra, como recuperar crías y agacharse sobre ellas, antes, durante y después del embarazo, colocando dos crías en sus jaulas. También investigaron la influencia de estradiol (E2) y progesterona (P4) sobre estas actividades y sobre la actividad en la expresión de galanina (Gal+) neuronas en un área del hipotálamo que controla muchas de estas actividades.

Incluso los ratones que sólo vieron crías antes y al final del embarazo exhibieron más comportamientos parentales a medida que avanzaba el embarazo. Sin embargo, la pérdida del receptor E2 o P4 perjudicó estos comportamientos. Utilizando electrofisiología de abrazadera de parche, el equipo demostró que E2 disminuyó la línea de base de Gal+ neuronas pero mantuvieron su excitabilidad después de la estimulación, mientras que P4 aumentó la cantidad de entradas que recibieron estas neuronas.

«Esto realmente entra en detalles sobre lo que hacen los diferentes tipos de hormonas en conjuntos de neuronas muy específicos», dijo frances champaña, un neurocientífico de la Universidad de Texas en Austin que no participó en el estudio. «Realmente se está haciendo un buen trabajo al incorporar algunas de las herramientas más nuevas que tenemos ahora y que no estaban disponibles en la década de 1980 para analizar realmente esa plasticidad y cómo se representa con un enfoque particular en el comportamiento».

Referencias

  1. Puentes RS, et al. Proc Nat Acad Sci. 1990;87(20)8003-8007
  2. Moltz H, et al. J Comp Physiol Psychol. 1966;61(3):455-460
  3. Corona A, et al. Representante celular. 2023;42(7)
  4. Glat M, et al. EMBO J. 2022;41(24)
  5. Ammari R, et al. Ciencia. 2023;382(6666):76-81