El hecho de que Sant Jordi haya caído a las puertas de la campaña electoral, ha dado pie a que Junts per Catalunya centra su mensaje en la defensa de la lengua catalana y se reivindicara como guardiana de esta. Si por la mañana ha sido la cabeza de lista por Tarragona, Mònica Sales, quien ha levantado esta bandera y ha avisado al electorado de que el candidato del PSC, Salvador Illa, no movería «ni un dedo para evitar que el catalán sea una lengua residual». Esta tarde quien ha lanzado el mensaje lingüístico ha sido el mismo candidato a la presidencia, Carles Puigdemont.
A través de un vídeo reproducido en la parada que el partido ha situado en el cruce entre Rambla Catalunya y la calle Provença, donde se regalaba un libro editado con las dos últimas conferencias del expresident -la de Bruselas de septiembre y la Elna de hace un mes-, Puigdemont ha asegurado que «el país» y la «lengua catalana» se encuentran ante «amenazas profundas» y ha reivindicado su candidatura como la solución a ello. En este sentido, el candidato de Junts ha disparado contra el Gobierno español, pero también contra el Govern de Pere Aragonès y les ha responsabilizado de la situación actual.
«Las ganas de desmovilizarnos, de derrotarnos, de los unos y los otros, de los que mandan en Madrid y de los que tienen responsabilidades en casa, explica que nadie haya atendido estas alarmas. Es hora de que las atendamos», ha reivindicado.
Desde la Eurocámara
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Así, desde Estrasburgo, donde se ha desplazado para atender al pleno como eurodiputado, ha avisado de que su candidatura no parará «hasta que el catalán tenga el estatus que se merece». Una referencia velada a las negociaciones que Junts estableció con el Gobierno para que el catalán se pudiera usar en el Congreso, algo que se aplica ya desde hace unos meses, y para que fuera oficial en la Unión Europa, un punto que no se consiguió desbloquear durante la presidencia española del UE y que sigue pendiente.
«La lengua, como el país, se nos puede quedar en las manos», ha alertado, al mismo tiempo que ha pedido «levantar la moral», «pasar al ataque» y «dejar de mirar hacia abajo». También ha apuntado como otras «señales de alarma» el estado de los servicios sociales, la lengua, la cultura o la inmigración. Puigdemont ha hecho estas declaraciones después de que el candidato del PSC, Salvador Illa, acusara a los dos partidos independentistas de ser los responsables del retroceso de la lengua.
Sales dispara contra Illa
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Unas declaraciones del expresident que buscan reforzar el eje identitario y que enlazan con las acusaciones que unas horas antes había lanzado la número uno de la lista de JxCat por Tarragona, Mònica Sales. «Catalunya necesita un Govern que defienda la lengua con toda la convicción para revertir la emergencia de la lengua», ha apuntado Sales en unas declaraciones junto a las también candidatas Anna Erra y Ennatu Domingo, quetambién ha añadido que esto solo puede ocurrir con Carles Puigdemont como presidente, que hará «de la protección y promoción del catalán un eje central de su labor».
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Más allá de la lengua, preguntada por los resultados de las últimas encuestas, que otorgan a Junts una segunda posición por delante de ERC, pero lejos del PSC, Sales ha decidido restarle importancia. «No nos centramos en las encuestas, sino en el trabajo constante y en la ilusión de llevar el mensaje de fuerza del presidente Puigdemont», ha concluido.
