En cierto sentido, estamos en el centro del universo, pero sólo porque podemos ver la misma distancia en todas direcciones, lo que nos da el universo observable perfectamente esférico. El límite de velocidad de la luz combinado con la inexorable expansión del cosmos significa que podemos ver unos 46 mil millones de años luz en todas direcciones. ¿Qué hay más allá de este horizonte? Ése es un misterio que tal vez nunca resolvamos.
Pero hay pistas. Dos efectos en competencia gobiernan el tamaño general del universo: gravedad y energía oscura. Toda la materia tiene masa, lo que provoca fuerzas gravitacionales que atraen todo hacia todo lo demás. Sin embargo, para su sorpresa, los cosmólogos de principios del siglo XX descubrieron que las galaxias distantes parecían alejarse de nosotros. La misteriosa fuerza que causó esta extraña expansión del espacio fue denominada energía oscura, y su naturaleza sigue siendo difícil de alcanzar hasta el día de hoy.
“Hasta el descubrimiento de la energía oscura y la aceleración de la expansión, el universo era más simple”, afirma el cosmólogo Wendy Freeman en la Universidad de Chicago. Sin energía oscura, el universo sería mucho más pequeño y su tamaño más fácil de predecir.
Incluso con energía oscura, el universo puede ser sólo un poco más grande de lo que es observable. En marzo, Jean-Luc Lehnersluego en el Instituto Max Planck de Física Gravitacional en Alemania, y Jerónimo Quintín en la Universidad de Waterloo en Canadá publicó un modelo eso sugería que el período de rápida expansión justo después del big bang, llamado inflación, podría haber sido incluso más corto de lo que pensábamos. Esto dejaría el universo más pequeño…