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La temporada de huracanes del Atlántico de 2024 ha comenzado inusualmente tranquila, lo que ha dejado a los meteorólogos adivinando los factores detrás de este fenómeno.

Por lo general, a esta altura de la temporada ya se han formado varias tormentas tropicales o huracanes. Sin embargo, este año, las cálidas temperaturas de la superficie del mar y el patrón predominante de El Niño han creado un entorno complejo que impide el desarrollo de ciclones. Si bien las aguas cálidas generalmente alimentan las tormentas, el aumento de la cizalladura del viento de El Niño afecta su formación.

El Niño y el Sahara afectan la temporada de huracanes

Rastreador de huracanes en vivo del NWS a través de NOAA NESDIS
(Foto: Rastreador de huracanes en vivo del NWS a través de NOAA NESDIS)

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Una de las principales razones de las condiciones tranquilas es la influencia de El Niño, que está creando un aumento de la cizalladura del viento en el Atlántico. La cizalladura del viento se refiere a la variación de la velocidad y la dirección del viento con la altitud, que puede alterar el formación de huracanes desbaratando las tormentas en desarrollo antes de que tengan la oportunidad de intensificarse.

Combinado con las temperaturas más frías de la superficie del mar cerca de la costa africana, esta cizalladura del viento ha limitado el número de tormentas tropicales.

Otro factor importante ha sido la presencia de polvo sahariano, que ha creado condiciones de aire seco en la región. La capa de polvo sahariano reduce la humedad, lo que dificulta la formación de tormentas y su transformación en ciclones. Este polvo suele predominar a principios de la temporada, pero su persistencia ha contribuido a una pausa en la actividad más prolongada de lo previsto.

Qué esperar en el futuro

A pesar del lento comienzo, los expertos advierten que la temporada de huracanes está lejos de terminar. El Dr. Phil Klotzbach, especialista en huracanes de la Universidad Estatal de Colorado, señala que si bien la actividad actualmente está por debajo de lo normal, aún existe la posibilidad de que se produzcan más tormentas a medida que las condiciones se vuelvan más favorables a finales de septiembre.

Históricamente, el pico de la temporada ocurre a mediados de septiembre, y los meteorólogos advierten que incluso un gran huracán puede causar daños generalizados.

Como el Oscilación Madden-Julian (MJO)un ciclo climático que afecta los patrones meteorológicos, se desplaza a la región, por lo que las condiciones para el desarrollo de tormentas pueden mejorar. Si bien el comienzo de la temporada 2024 ha sido más tranquilo de lo esperado, todavía hay tiempo para que el Atlántico experimente un repunte en la actividad antes de que la temporada termine en noviembre.

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