Desde la aparición de las semillas hace unos 360 millones de años, las plantas han florecido, desde las más imponentes sequoias gigantes hasta las hierbas más delicadas. El nuevo libro Semillas: cápsulas del tiempo de la vida Por el artista visual Rob Kesseler y el botánico Wolfgang Stuppy explora estos Pequeñas maravillas naturales utilizando una mezcla de microscopía electrónica de barrido y fotografías de cerca.
En la imagen de la izquierda arriba, una delicada estructura frondosa conocida como cáliz rodea el fruto de la manzana del Perú (Fisalodes de Nicandra). A su derecha hay una sección transversal de 3,4 milímetros de ancho de una flor de la pasión azul (Passiflora caerulea) ovario, repleto de óvulos maduros que una vez fecundados se convierten en semillas.
La nuez fibrosa y texturizada de una escutelaria de flores amarillas (Scutellaria orientalis) se muestra arriba. Las nueces pequeñas son versiones muy pequeñas de las nueces, que son frutas con una cáscara exterior dura y semillas secas en el interior.
El Mesembryanthemum tetragonumun pequeño arbusto originario del sur de África, cuenta con una semilla espectacular de color rojo brillante que mide solo 1,3 mm de diámetro (arriba, izquierda). Junto a ella, con apenas 0,8 mm de largo, se encuentra la semilla de una phacelia de Douglas (Phacelia douglasii). La semilla en forma de panal de Caiophora arechavaletaeque se muestra a continuación, es lo suficientemente liviana como para ser dispersada por el viento. En el centro del escenario (imagen principal, arriba) se encuentra la vívida sección transversal del ovario de una pasionaria Lady Margaret, que se extiende 4 mm.
Las formas de vida de la Tierra son asombrosas, afirma Stuppy. “Durante millones de años, han desarrollado adaptaciones absolutamente asombrosas que les permiten interactuar con los animales y el medio ambiente”.
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