Se habla mucho de que los datos son el nuevo oro. Por ello, muchas empresas están invirtiendo grandes sumas de dinero en convertirse en empresas basadas en datos. Se vende como una forma completamente nueva de hacer negocios, casi como si nunca antes los negocios hubieran estado basados en datos.
Claro, muchas empresas tienen dificultades para basarse completamente en datos, pero creo que el problema más grande es que no es en absoluto suficiente.
Todos buscamos extraer algo mágico de los datos. Por eso los recopilamos en grandes lagos de datos, almacenes de datos y todas las demás grandes colecciones de datos que aún no han recibido una etiqueta de marketing atractiva. Creo que todos caemos en la trampa de querer desenterrar un tesoro de datos. De alguna manera no podemos evitar la idea de que estas enormes colecciones de datos son la base de algún superpoder analítico que, en última instancia, impulsará a nuestras empresas a nuevas alturas.
Los equipos de tecnología de datos e ingeniería de datos suelen considerarse el factor decisivo a la hora de convertir los datos en beneficios empresariales. Si bien la tecnología y la ingeniería son indudablemente importantes, se necesita un enfoque más integral para transformar verdaderamente una empresa en una potencia digital.
En este artículo abordaré el tema desde el lado empresarial y explicaré por qué…