¿Cuál es la diferencia entre equipar una escuela con energía solar descentralizada y un hospital?
La capacidad que instalamos es diferente, pero el proceso es el mismo, en el sentido de que identificamos lo que se necesita según nuestro propio criterio. Por ejemplo, para reconstruir una escuela debería tener un refugio antiaéreo, debería haber al menos 500 alumnos que reciban educación, deberían poder estudiar fuera de línea y, técnicamente, debería ser posible construirla.
Para las escuelas, la capacidad típica de una planta de energía solar sería de unos 20 a 30 kilovatios, y el almacenamiento sería de unos 40 kilovatios por hora, lo que significa que cubrimos alrededor del 35 por ciento del consumo anual de la escuela. Dependiendo de su consumo, podemos cubrir entre el 30 y el 50 por ciento de su consumo anual y, en teoría, nuestro almacenamiento de energía cubriría alrededor de seis horas de apagones. Sin embargo, en la práctica, descubrimos que las escuelas pueden utilizar el almacenamiento durante ocho horas porque su comportamiento es inteligente.
Hacemos lo mismo con los hospitales, sólo que creamos edificios alimentados por energía solar con consultorios y unidades de cuidados intensivos. Esta es la regla: no colocamos almacenamiento de energía en edificios pediátricos, ya que los médicos no salvan vidas allí, solo se brindan servicios básicos a los niños. Las capacidades son diferentes entre edificios. Para los hospitales, la capacidad suele ser de 60 a 70 kilovatios, por lo que es el doble de energía solar y el doble de almacenamiento. El presupuesto total para una escuela ronda los 50.000 euros. El presupuesto de un hospital ronda los 100.000 euros.
Podemos construir muchas cosas, pero luego depende de las personas, que tienen que comportarse para poder usarlas de la manera más eficiente. También es su trabajo cuidarlo, mantenerlo.
¿Qué impacto tiene tu trabajo?
Lamentablemente, nuestro trabajo principal es cubrir los apagones todo el tiempo. Pero también hay otros impactos directos, en el aspecto financiero. Los sistemas de energía solar que implementamos en nuestras escuelas les ahorran entre 1.500 y 2.000 € al año. Para los hospitales, ronda entre 2.500 y 3.000 euros al año.
Pero los impactos indirectos son aún más importantes. Cuando llegamos a estas pequeñas comunidades, la gente se sorprende y se interesa mucho. La gente aprende y nos preguntan cómo pueden hacer lo que nosotros hacemos, si podemos enseñarles, cómo deberían hablar con el gobierno, si podemos hacer más.
Hemos desarrollado un curso educativo sobre sostenibilidad y energía verde en el que educamos a los niños de todas las escuelas sobre por qué es importante que la energía sostenible esté aquí. Intentamos despertar su interés por la energía verde, mostrarles una visión más amplia de la forma de vida sostenible y de cómo todo está conectado.
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