El sábado pasado, un láser apuntó a la cabina de un avión de Ryanair procedente de Colonia que se dirigía a aterrizar en el aeropuerto de Palma. Una publicación de los controladores de tránsito aéreo en las redes sociales decía: “Un láser no es un juguete. Puede causar ceguera y poner en grave peligro a la tripulación”.
La Policía Nacional ha estado intentando localizar al individuo que utilizó el puntero láser, pero no dispone de mucha información a la que recurrir. Si la policía tiene éxito, esta persona quedará sujeta a las disposiciones de la Ley de Seguridad Aérea de España.
Se prohíbe de forma clara e inequívoca el uso de punteros láser u otros dispositivos luminosos en las proximidades de los aeropuertos. No se podrán utilizar objetos ni luces, incluidos proyectores o punteros láser, que puedan causar confusión, error, interferir o poner en peligro la seguridad de las operaciones aéreas en ningún lugar dentro de las instalaciones del aeropuerto o sus alrededores.
Esto se considera de alto riesgo y las posibles multas reflejan la gravedad; oscilan entre 30.000 y 600.000 euros.
El incidente con el láser se produjo dos semanas después de que las operaciones en el aeropuerto tuvieran que suspenderse durante aproximadamente media hora debido a la presencia de un dron.