CUANDO paseas por las calles de Madrid es probable que te topes con tabernas antiguas con frentes rojas; he aquí por qué estas tabernas tradicionales están pintadas de ese color brillante.
Pintar de rojo las tabernas se remonta al siglo XIX, cuando los bares madrileños vendían vino de Valdepeñas, una de las zonas productoras de vino más importantes de España.
Para asegurarse de que todos los lugareños supieran que su taberna tenía este tan codiciado vino tinto, los bares comenzaron a pintar sus frentes de color rojo oscuro.
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Este acto actuó a modo de publicidad y atrajo a visitantes y clientes que disfrutaron de deliciosos platos caseros y vinos de primer nivel.
La pintura roja también fue una decisión práctica, ya que las pinturas de óxido de hierro eran duraderas, económicas y resistentes a la intemperie; por lo tanto, el color rojo actuó como publicidad y protegió la madera de las fachadas de las tiendas.
Con el paso del tiempo, las fachadas rojas se convirtieron en la marca de las tabernas tradicionales y ahora las tabernas más nuevas pretenden recrear la atmósfera del siglo XIX pintando sus fachadas también de rojo.
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Entonces, la próxima vez que camines por Madrid y veas una taberna con una fachada roja, sabrás que este color de pintura es más que una opción decorativa: es un guiño al pasado y un recordatorio de por qué eran conocidos originalmente los bares de la capital: el vino tinto español de primera calidad.
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