Un empresario italiano que se despertó y encontró a su novia muerta en su apartamento de Formentera ha sido absuelto de sospechas, pero la muerte de la mujer sigue siendo un misterio.
El agente de alquileres vacacionales Iván Sauna, de 51 años, dijo a las autoridades que descubrió el cuerpo maltratado de Luisa Asteggiano, también italiana, de 45 años, tirado en el suelo de su apartamento de El Pujols alrededor de las 7.30 de la mañana del domingo.
Sauna, que alertó inmediatamente a las autoridades, fue arrestado después de que la policía notara que el cuerpo de Asteggiano estaba cubierto de moretones, pero un informe de la autopsia descartó un trauma violento como la causa de la muerte, y desde entonces Sauna ha sido liberado.
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Michele Tortorici, abogado de Sauna, dijo al periódico italiano Corriere della Sera: “Iván no podría haberla matado.
“Él fue quien la acogió cuando no tenía adónde ir”.
La Guardia Civil dijo que ya no tratan el caso como un asesinato y añadió que se necesitan más pruebas para determinar la causa de la muerte.
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Los lugareños describieron la relación de la pareja como volátil y confirmaron que anteriormente habían visto moretones en Asteggiano.
Pero Tortorici insistió en que las marcas eran resultado de problemas de salud preexistentes.
“Los moretones eran viejos”, dijo. “Sufría de una condición en la que incluso los golpes más pequeños dejaban marcas importantes”.
Originaria de Bra, en el norte de Italia, Asteggiano se mudó a Ibiza hace 10 años tras la muerte de sus padres.
Era madre de un hijo de 15 años de una relación anterior, que vivía con ella en la isla.
Poco después de que Asteggiano conociera a Sauna hace unos 18 meses, su exmarido volvió a vivir con ella en Ibiza.
Había desarrollado el hábito de beber y su marido finalmente la echó de su apartamento, impidiéndole ver a su hijo. Con el corazón roto, Asteggiano se fue a vivir con Sauna a Formentera.
“A partir de ahí, se disparó”, dijo Tortorici. “Se deprimió, perdió peso y tenía dificultades para moverse”.
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Según su hermano Christian, un incidente aterrador ocurrido hace aproximadamente un año y medio marcó un punto de inflexión en la vida de Luisa.
Dijo que Luisa resultó gravemente herida después de que un agresor desconocido la atropelló en la calle, lo que provocó que se golpeara la cabeza con tanta fuerza contra el pavimento que se derramó “líquido cerebral”.
“A partir de ese día Luisa ya no fue la misma”, añadió su hermano. “Perdió la audición en un oído, luchaba con el equilibrio y a menudo me mostraba los moretones de sus caídas. Ya no podía mantenerse en pie sin ayuda. Es fácil creer que lo que pasó fue el resultado de un accidente”.
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