Un extracto de un artículo de opinión que escribió en el El Correo de Washington 10 de diciembrepero que me había perdido:

Fui uno de los tres copresidentes del Grupo de Trabajo Presidencial sobre Inclusión y Pertenencia de Harvard, que en 2018 entregó un marco estratégico para el campus…. En todo el país, las burocracias de DEI han sido responsables de numerosos ataques al sentido común, pero los valores de inclusión con i minúscula y diversidad con d minúscula siguen siendo fundamentales para una democracia saludable…

Nosotros escribimos [in our report]: «Nuestras búsquedas compartidas… dependen de la expresión abierta y directa de ideas y de criterios de evaluación establecidos por los juicios de los expertos. Por lo tanto, la excelencia también requiere libertad académica. Inclusión y libertad académica: estos principios están vinculados en cada uno de los cuales son necesarios para la búsqueda de verdad.»

Basamos el trabajo en un amplio compromiso con el pluralismo. Queríamos una diversidad de puntos de vista en el campus y reconocimos que las fuentes de diversidad son innumerables. Nos importaba tanto el punto de vista y la religión como cualquier otra fuente de diversidad…. Si bien reconocimos patrones históricos en nuestro informe, no nos detuvimos en el tema de las injusticias históricas. No consideramos que el desafío que teníamos ante nosotros fuera la «supremacía blanca»; Nunca utilizamos un vocabulario de ese tipo. Nuestros rostros estaban puestos hacia el futuro. Vimos en la rica diversidad de nuestro campus una oportunidad: una oportunidad de alcanzar un mayor nivel de excelencia impulsado por intensos compromisos en una amplia gama de puntos de vista….

[But] Los administradores universitarios pasaron por alto en gran medida tres temas de nuestro informe cuando comenzaron a buscar su implementación: nuestro enfoque en la libertad académica, en la necesidad de hacer espacio para la identidad religiosa y en la necesidad de una mayor diversidad política en nuestro campus. Los viejos paradigmas que se centraban sólo en algunos grupos como marginados, en contraposición a todos los grupos como fuentes de potencial y perspectiva, volvieron a estar en primer plano…

Estoy tan en contra del racismo como cualquiera, pero creo que todos podemos ser mejores juntos si tenemos una visión positiva. Sí, es necesario abordar desafíos como el sesgo implícito. Pero, en contra de la agenda antirracismo, no podemos crear un marco para la inclusión y la pertenencia que se centre en la acusación.

Como fue el caso en nuestro informe de 2018, el centro conceptual de dicho marco en nuestras comunidades universitarias debe ser la excelencia y lo que todos y cada uno de nosotros podemos contribuir a ella, en aras de un mayor beneficio para la sociedad. Sacar lo mejor de cada uno de nosotros (lograr una suma mayor que las partes) sólo es posible si cultivamos una cultura de respeto mutuo. De alguna manera, el ajuste de cuentas racial de 2020 perdió de vista el objetivo central de una cultura de respeto mutuo con la dignidad humana en el centro. En cambio, se adoptó una cultura de la vergüenza….

Hay mucho más en el artículo y no estoy del todo de acuerdo con su análisis; pero este pasaje me pareció especialmente digno de ser leído.

Por automata