Un agente de la Policía Nacional con base en Granada llevó a cabo la detención de dos mujeres, acusadas de regentar dos burdeles clandestinos en Almuñécar y Motril.
Las dos mujeres tienen 47 y 53 años, una de nacionalidad paraguaya y la otra conjunta hispano-marroquí.
Las mujeres que trabajaban en estos pisos estaban siendo explotadas sexualmente porque estaban en el país ilegalmente, lo que se utilizaba para chantajearlas para que se prostituyeran.
Oficiales pertenecientes a la Extranjería y Fronteras de Granada comenzaron sus investigaciones, en primer lugar localizando los dos pisos destinados a tal fin para poder realizar una redada policial. Encontraron a tres víctimas de prostitución forzada procedentes de Brasil y Paraguay, además de las dos ‘madames’.
Durante las investigaciones descubrieron que la hispano-marroquí que regentaba el piso de Motril se dirigía principalmente a mujeres latinoamericanas, a las que alquilaba una habitación por 200 euros al mes y a los pocos días del acuerdo les exigía el 50% de sus ganancias. , también. La acusada controlaba rigurosamente a sus víctimas con cámaras ocultas
Los acusados paraguayos operaban el mismo sistema en el piso de Almuñécar; es decir, 200 euros la habitación al mes más el 50%.
Las víctimas que no cumplían recibían amenazas de que su presencia ilegal sería denunciada a la policía y, por tanto, serían deportadas.
Comentario editorial: esto me trae a la mente dos preguntas, las víctimas debieron haberse dado cuenta de que si las señoras llevaban a cabo tal amenaza entonces ellas mismas recibirían el golpe y en segundo lugar, qué tipo de condiciones dejaron atrás estas víctimas para sentir que era mejor soportar esto tipo de existencia en lugar de regresar a sus países de origen.
(Noticias: Almuñécar/Motril, Costa Tropical, Granada, Andalucía)