Imagínese estar junto a un lago finlandés hace 5.000 años, con su voz resonando desde antiguos acantilados adornados con alces pintados y figuras humanas. Una nueva investigación revela que estos sitios de arte rupestre prehistórico no eran sólo galerías visuales: eran espacios acústicos cuidadosamente elegidos donde el sonido y el arte se fusionaban para crear experiencias sensoriales extraordinarias.

Publicado en Estudios de sonido | Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

Investigadores finlandeses han descubierto que las suaves superficies rocosas de estos sitios de arte prehistórico, que datan del 5000 al 1500 a. C., poseen propiedades acústicas únicas que crean ecos distintos, transformando los sonidos ordinarios en algo extraordinario. Estos no eran lugares aleatorios: eran anfiteatros naturales donde el sonido y la vista se combinaban de maneras que debieron parecer mágicas a nuestros antepasados.

“Según el criterio psicoacústico utilizado, los ecos son tan fuertes que no hay razón para suponer que la gente del pasado no los oyera”, explica la arqueóloga Riitta Rainio. Las implicaciones son fascinantes: los visitantes prehistóricos habrían experimentado sus propias voces aparentemente emanando detrás de las figuras pintadas, creando una ilusión de diálogo con el arte mismo.

El equipo de investigación realizó sus mediciones en condiciones difíciles, utilizando equipos de registro diseñados a medida y desplegados desde balsas o lagos de hielo. Sus hallazgos revelaron que estas paredes de acantilados pintadas generan ecos precisos de una sola repetición que reflejan el sonido con notable claridad, a diferencia de las superficies rocosas más rugosas cercanas o de las viviendas contemporáneas, que producen ecos débiles o ninguno.

Este fenómeno acústico no fue una mera coincidencia. Las superficies rocosas extremadamente lisas, pulidas por antiguos glaciares y que se elevan directamente desde los lagos, crearon las condiciones perfectas para la reflexión del sonido. Cuando los pueblos prehistóricos se acercaron a estos sitios por agua, entraron en un entorno sensorial único donde la realidad parecía duplicarse: sus llamadas resonaban con una precisión asombrosa.

“Aunque los sonidos producidos por los pueblos prehistóricos están fuera de nuestro alcance, este estudio resalta una característica clave de las experiencias sensoriales asociadas con las pinturas rupestres junto al agua”, señala la etnomusicóloga Julia Shpinitskaya. “Los reflejos sonoros participaron fuertemente en las actividades, convirtiendo a los acantilados en agentes energéticos y activos”.

Los hallazgos sugieren que estos sitios no fueron elegidos simplemente por su atractivo visual. La capacidad de comunicarse recíprocamente con el entorno físico puede haber sido fundamental para explicar por qué se seleccionaron estos acantilados en particular para pintar y ofrecer ofrendas rituales. Proporciona una visión poco común de cómo nuestros antepasados ​​podrían haber experimentado estos espacios: no como galerías de arte pasivas, sino como entornos dinámicos donde convergían el sonido, la vista y la espiritualidad.

Glosario

Psicoacústica
El estudio científico de la percepción del sonido y cómo los humanos interpretan y experimentan diferentes fenómenos acústicos.
Respuesta al impulso
Una medición que captura cómo las ondas sonoras interactúan y se reflejan en las superficies de un espacio particular.
Arqueoacustica
El estudio del sonido en contextos arqueológicos, examinando cómo los pueblos antiguos experimentaron y utilizaron el sonido en diversos entornos.
¿Qué hace que estos sitios de arte rupestre finlandeses sean acústicamente especiales?

Sus superficies extremadamente lisas, pulidas por glaciares y que se elevan directamente desde los lagos, crean ecos distintivos de una sola repetición que reflejan con precisión los sonidos.

¿Cómo recopilaron los investigadores datos acústicos de estos sitios?

Utilizaron equipos de grabación diseñados a medida, desplegados desde balsas o lagos de hielo para medir los reflejos del sonido.

¿Qué distingue los acantilados pintados de las superficies rocosas cercanas?

Los acantilados pintados generan ecos claros y precisos, mientras que las superficies adyacentes más rugosas producen ecos más débiles y las viviendas no tienen ecos audibles.

¿Por qué los pueblos antiguos pudieron haber elegido estos lugares específicos?

Las propiedades acústicas únicas les permitieron interactuar con el entorno de una manera especial, combinando el arte visual con la reflexión del sonido con fines espirituales o rituales.


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