Rollin’ Justin puede esquivar obstáculos y servir bebidas, entre otras tareas
Henrik Spohler/laif/CameraPress
Durante mucho tiempo hemos estado fascinados con nuestra propia imagen. En la obra de teatro Universal Robots de Rossum de la década de 1920, el escritor checo Karel Čapek acuñó el término robot para describir criaturas de aspecto humano obligadas a trabajar en fábricas. Desde entonces, hemos construido muchos robots humanoides que pueden moverse e interactuar con el mundo de forma antropomórfica.
El galardonado fotógrafo Henrik Spohler de la agencia fotográfica Laif explora estos esfuerzos en su proyecto Tomorrow Is the Question. La imagen principal, arriba, muestra una creación metálica del Instituto de Robótica y Mecatrónica del Centro Aeroespacial Alemán en Oberpfaffenhofen. El robot de 200 kilogramos, llamado Rollin’ Justin, puede recorrer largas distancias sobre ruedas. Utilizando cámaras para observar su entorno, puede evitar obstáculos y realizar tareas como servir bebidas. Potencialmente podría desarrollarse para ayudar a los astronautas o a las personas con discapacidades.

Lola es el robot que necesitas en terrenos accidentados o en entornos nuevos
Henrik Spohler/laif/CameraPress
La imagen de arriba es un perfil lateral de Lola, un robot construido por la Universidad Técnica de Munich, en Alemania. Con casi 1,8 metros de altura, puede caminar en entornos desconocidos y navegar por terrenos inestables.
El siguiente robot, Armar-6, que se muestra a continuación, es una máquina de 1,9 metros de altura, construida por el Instituto de Tecnología de Karlsruhe, Alemania. Puede hablar con la gente y ayudarla a transportar cargas pesadas.

Armar-6 puede ayudar con cargas pesadas
Henrik Spohler/laif/CameraPress
La imagen final, a continuación, muestra ZAR5, un robot de dos brazos, construido en la Universidad Técnica de Berlín, que puede recoger y dejar objetos con las manos.

ZAR5 puede coger cosas y dejarlas con las manos
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