El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, han conversado este viernes telefónicamente sobre la reciente aprobación de la ley de amnistía. Según fuentes del Govern, el contacto ha sido positivo porque se han felicitado por «el buen trabajo hecho por todas las partes» y ha coincidido en «la importancia de su aplicación en los términos aprobados». Según la Moncloa, el ministro le ha trasladado que «empieza una nueva etapa en Catalunya».
El contacto se produce en pleno pulso entre los fiscales por cómo debe aplicarse la norma. El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha ordenado por escrito a los fiscales del ‘procés’ que se pronuncien a favor de aplicar la ley de amnistía para todos los delitos, incluida la malversación agravada, y que afecta a Carles Puigdemont (Junts) y a Oriol Junqueras (ERC). En cambio, estos fiscales -Javier Zaragoza, Consuelo Madrigal, Jaime Moreno y Fidel Cadena-, se oponen a ello.
El president ha trasladado a Bolaños la importancia de que la ley se aplique «con la máxima celeridad y objetividad». En la Generalitat, y en el independentismo en general, cunde el temor de que el poder judicial se oponga a la aplicación de la amnistía en algunos casos. Los dos principales, el relativo al referéndum del 1-O -ya sentenciado- y el relativo al Tsunami Democràtic -en fase de instrucción-.
Aragonès también ha trasladado al ministro las actuaciones que ha hecho el Govern para dar aplicación a esta amnistía, en concreto, la puesta en marcha de los trámites administrativos para retirar las multas que en su día puso la Conselleria de Interior en las manifestaciones en defensa del ‘procés’. Unas multas puestas en aplicación de la ley mordaza y que, según la amnistía, ahora los afectados pueden solicitar su retirada y la devolución del importe.
Interlocución constante
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Por último, la Generalitat ha asegurado que las dos partes se han emplazado a mantener una interlocución constante sobre este asunto. Aragonès está en la rampa de salida para dejar el cargo porque, tras perder claramente las elecciones catalanas, él mismo trasladó su voluntad de abandonar la primera línea política. Sin embargo, no está claro que su sustitución esté al caer porque las negociaciones para la investidura de un nuevo president cada día se están complicando más.
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Es por esto que para la Generaliltat sigue siendo importante mantener este contacto con el Gobierno de Pedro Sánchez. Un contacto que, con altibajos, han ido manteniendo durante toda la Presidencia de Aragonès. En todo este tiempo las dos partes han pactado los indultos, la reforma del Código Penal para derogar el delito de sedición y, finalmente, la amnistía. En el caso de la amnistía, Junts también participó del acuerdo.