Cuando mi hija era pequeña, se lavaba mucho las manos. Quizá le dijéramos que era “un poco obsesiva”, pero después empezó a revelar “malos pensamientos”, que supuse que eran productos típicos de la imaginación de un niño. Le dije que todos teníamos pensamientos así y que, si los ignorábamos, desaparecían.
Los de ella no. A los 21 años, estaban fuera de control y desproporcionados con respecto a la realidad. Le diagnosticaron trastorno obsesivo compulsivo Y finalmente me di cuenta de que no había nada “poco” en esta condición.
El TOC es un trastorno complejo que suele malinterpretarse y que cuenta con un número limitado de opciones de tratamiento. Sin embargo, en los últimos años, se han ido descifrando los mecanismos que lo impulsan en el cerebro y el cuerpo, lo que revela un complejo panorama que involucra la genética, diversas redes cerebrales, el sistema inmunológico e incluso las bacterias de nuestro intestino. A su vez, esta creciente comprensión está abriendo nuevas posibilidades para abordar esta afección que sabotea la vida.
En todo el mundo, entre Se estima que entre el 1 y el 3 por ciento de las personas padecen TOC.que suele comenzar durante la adolescencia o la adultez temprana. Como sugiere su nombre, se caracteriza por obsesiones (o pensamientos intrusivos) y compulsiones, que son hábitos que no se pueden detener. “Los pensamientos compulsivos captan la atención y se apoderan de nosotros porque se han convertido en un hábito compulsivo”, dice Barbara Sahakian en la Universidad de Cambridge.…