Un contrapunto potencial al G7 (que se muestra aquí en azul claro): Diez países ahora forman el grupo de países que se conoce informalmente como BRICS+ (que se muestra aquí en azul más oscuro) Gráfico de PA Media para DNA
El informe, titulado “¿Hacia una nueva contestación global? Comparando el desempeño de la gobernanza de las naciones del G7 y BRICS+” examina cómo los diez países BRICS+ se comparan con las naciones del G7 en factores como la provisión de bienes públicos, la calidad de la democracia y la calidad de la gobernanza. Utiliza el Índice de gobernanza de Berggruen (BGI) para medir el desempeño de la gobernanza de los países en estas tres dimensiones.
En enero de 2024, Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se unieron al grupo BRICS.
El término BRICS fue acuñado originalmente por un economista en la década de 2000 para referirse a un grupo de economías emergentes: Brasil, Rusia, India, China y, más tarde, Sudáfrica. El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, canceló la adhesión de su país a BRICS+ a finales de diciembre de 2023. Dijo que la decisión de unirse había sido tomada por el gobierno anterior y que debía ser revisada.
Los BRICS+ tienen una población combinada mucho mayor que, a una tasa del 7,8 por ciento para 2025, se espera que crezca el doble que en los países del G7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, Canadá, Italia y el Reino Unido). . Al mismo tiempo, la producción económica y el PIB per cápita son más bajos que en el G7. Esta última organización también cuenta con un mayor poder blando, término utilizado para describir el ejercicio de influencia sobre otras naciones a través de la atracción y la persuasión, no de la coerción o la fuerza.
En los próximos años, se espera que las tasas de crecimiento proyectadas de los miembros BRICS+ mejoren la influencia económica del grupo. Por ejemplo, se prevé que el PIB de Egipto aumentará un 635 por ciento para 2050, dice el informe, citando a la firma de inversiones Goldman Sachs.
Al mismo tiempo, la calidad de la democracia según el índice BGI ha disminuido en India, Brasil (durante el gobierno del presidente Jair Bolsonaro) y China, y persisten tendencias autoritarias particularmente en China, Rusia y Arabia Saudita.
Según el informe, las mejoras en la provisión de bienes públicos también han sido significativas en algunos países BRICS+, incluso cuando la capacidad estatal y la responsabilidad democrática han disminuido. En general, concluyen los autores, los países BRICS+ parecen cada vez más susceptibles a gobiernos autoritarios. “Los puntajes consistentemente altos de Responsabilidad Democrática del G7 contrastan marcadamente con los países BRICS+, donde prevalece una tendencia notable hacia la autoridad centralizada”, afirma el informe.
Los nuevos miembros han reducido notablemente el puntaje promedio de responsabilidad democrática de BRICS+, dice el informe, señalando una “falta de larga data de controles significativos sobre el poder ejecutivo”. Cita a Arabia Saudita como ejemplo, argumentando que su “monarquía absoluta ha restringido consistentemente todos los derechos políticos y civiles de sus ciudadanos, excepto los más básicos”.
Con la mirada puesta en las tendencias hacia el autoritarismo que identifica en la mayoría de los miembros de BRICS+, el informe describe dos posibles escenarios futuros.
En el primer escenario, el gobierno de un país determinado no puede sostener mejoras en la entrega de bienes públicos, posiblemente debido a la disminución de recursos, altas deudas u otros factores económicos. Como resultado, la mayor parte de la población está cada vez más insatisfecha con la calidad de vida. “Sin embargo, los países autoritarios pueden permanecer en un equilibrio inestable y subóptimo durante décadas, como lo ha demostrado la historia de la Unión Soviética y el Irán, entre otros”, advierte el informe.
El segundo escenario haría que algunos o la mayoría de los miembros del BRICS+ alcanzaran una calidad de vida comparable a la de las democracias liberales. Según los autores, esto pondría en entredicho la llamada “falacia autocrática”. Según esta teoría, la gobernanza autoritaria no puede escalar eficazmente los bienes públicos, y la prosperidad de base amplia se correlaciona con la adhesión a los principios democráticos.
El resultado del segundo escenario pondría en duda la suposición de larga data, dice el informe, de que la democracia y el bienestar de la población son los objetivos comunes de cómo se desarrollan los países. “Esto haría añicos la creencia en una creciente cortesía global de países ricos y democráticos”, advierte el informe.
Las conclusiones del informe también indican que la mayoría de los miembros del BRICS+ no buscan una confrontación cada vez mayor con sus homólogos del G7, y que, en cambio, se involucran en una estrategia que combina cooperación y contestación. Es una forma para ellos, concluyen los autores, de aprovechar las oportunidades que pueden abrirse durante las actuales condiciones geopolíticas inciertas, y al mismo tiempo mitigar los riesgos: “Junto con Brasil, India y Sudáfrica, más de los nuevos BRICS+ los miembros pueden adoptar un comportamiento de indecisión y de protección en lugar de tomar bandos claros y activos en alguna disputa o conflicto a mayor escala”.
El informe ya identifica algunas pruebas de esta tendencia: «Incluso China, que en Occidente se ve en términos cada vez más conflictivos, mantiene enormes vínculos económicos con sus adversarios geopolíticos al mismo tiempo que profundiza su alianza con Rusia», afirma. “Las variaciones en este tema –como los países que dependen de Estados Unidos para su seguridad externa y de China para su seguridad interna– probablemente solo se volverán más comunes en el resto de la década de 2020”.
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